Leipheimer es el líder y Contador no remata
- David Moncoutie (Cofidis) corona en solitario Pla de Beret y gana la octava etapa
- Leipheimer recupera el jersey oro que ya se vistió en la crono de Ciudad Real
- Contador prueba a sus rivales, pero Valverde, Antón y Sastre aguantan los ataques finales
- Valverde arrebata al madrileño el segundo puesto y Sastre pierde un puñado de segundos
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El ciclista francés David Moncoutie (Cofidis) se hizo con el triunfo en la octava etapa de la Vuelta a España, una jornada de 151 kilómetros entre Andorra y la estación de esquí leridana de Pla de Beret, en la que el español Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne) fue segundo y Alberto Contador (Astana), tercero, y de la que salió líder el estadounidense Levy Leipheimer (Astana).
Moncoutie, doble ganador de etapa en el Tour de Francia, aprovechó la fuga que se formó en el Coll del Cantó y de la que saltó en la subida a la Bonaigua, para anotarse su primer triunfo en la ronda española y romper una sequía de victorias de tres años.
En la subida final a Plá de Beret, Alberto Contador fue el favorito que se mostró más activo, pero no pudo dejar a Igor Antón ni a Alejandro Valverde, que le relegó hasta la tercera plaza, por lo que se tuvo que conformar con ocho segundos de bonificación, mientras que Carlos Sastre (CSC) entró a cinco segundos del trío de españoles acompañado de Leipheimer, el séptimo líder de la carrera.
David Moncoutie se reencontró con la victoria después de tres años de sequía al apuntarse la segunda etapa pirenaica. El francés tenía el palmarés estancado desde que ganó una etapa del Tour en Digne les Bains en un 14 de julio, fiesta nacional francesa, pero el bravo corredor, de 33 años, quitó las telarañas con un triunfo en solitario en la cima de Pla de Beret, donde hizo buena la fuga del día a fuerza de sudor y lágrimas. Cruzó la meta en 4h.24.56.
Los Pirineos dejan la batalla muy abierta
A continuación cruzaron tres pesos pesados de la carrera que venían librando su batalla particular. Alejandro Valverde ganó el sprint a Alberto Contador e Igor Antón, por velocidad, imponiendo su ley. El murciano, que tuvo "bastante con aguantar los arreones" del vencedor del Giro, perdió la oportunidad de ganar la etapa, pero Moncoutié no tuvo más oposición de los perseguidores.
Mientras Contador daba otro paso más, corto pero significativo, y Valverde recuperaba lo perdido en La Rabassa, Carlos Sastre sufrió a su estilo en el ascenso a Pla de Beret con un retraso de 5 segundos sobre sus principales rivales. El ganador del Tour entró acompañado de Joaquín Rodríguez, Dani Moreno, Leipheimer, David Arroyo, Mosquera y Gesink. Con las bonificaciones, Sastre regaló 18 segundos a Valverde y 13 a Contador, cada vez más favorito.
Los Pirineos no han hundido a nadie, por lo que la Vuelta sale viva de la cordillera montañosa. Levi Leipheimer volvió a enfundarse la prenda dorada, la que se puso en Ciudad Real, y los españoles inundan la general.
Contador le pisa los talones al líder, a 21 segundos. Sus ataques en La Rabassa y Pla de Beret han marcado el territorio del favorito número uno. Valverde no se quiere descolgar, aguanta con bravura a pesar de la paliza que lleva en la temporada. Se colocó tercero a 49 segundos, y Sastre mantuvo la cuarta plaza a 1.27 de Leipheimer.
Ezequiel Mosquera (Xacobeo), Igor Antón (Euskaltel) y Dani Moreno (Caisse D'Epargne) completan el grupo español entre los diez primeros. No cede el holandés Robert Gesink (Rabobank), noveno a tres minutos.
La escapada ganadora se forjó en el primer puerto
El Cantó, primer obstáculo de la etapa (primera, 25 kms al 4,2 por ciento) puso en marcha la escapada de cinco corredores: el español Juan Manuel Gárate (Lampre), el mejor clasificado a 9 minutos del líder, los franceses David Moncoutié (Cofidis), Sebastien Joly (Francaise) y Christophe Kern (Credit) y el ruso Nikita Eskov (Tinkoff). El ex campeón de España, reciente fichaje del Rabobank, pasó en cabeza por la cima, con el pelotón a tres minutos.
El quinteto se unió para crear la fuerza, de manera que pasaron por Sort, donde siempre toca la lotería por la magia de una bruja de oro, camino del Alto de Enviny (segunda). El Astana y el Lampre decidieron que los aventureros no pasaran de los tres o cuatro minutos. No era cuestión de que "otro Ballan" se convirtiera en inesperado ganador.
El Puerto de la Bonaigua (primera, 19 kms al 5,6 por ciento) empezó a cambiar el decorado de la etapa. Ya se sabía que la Vuelta tendría un nuevo líder, pues Ballan penaba por las cuestas que conducían a la cima Alberto Fernández. Moncoutié coronó en solitario con 1.42 de renta sobre Joly, Eskov y Kern.
En la zona VIP los hombres de Contador asomaron las garras, sin arañar, un aviso para probar las fuerzas de los rivales. Luego el Euskaltel disparó la carrera con Astarloza y Txurruka y coronaron a 50 segundos de Moncoutié, que aguantó en un descenso vertiginoso.
El francés evitó las compañías peligrosas en el ascenso definitivo a Pla de Beret, con 6,2 kilómetros al 6,4 por ciento. Ajeno a lo que sucedía entre los ilustres, apretó los dientes hasta conquistar la cima ilerdense. Premio merecido a un corredor que tiene en su palmarés dos etapas del Tour.
El Astana hizo la selección para que Contador demarrara
Por detrás, el Astana seleccionó a los más fuertes y Contador dio el primer golpe en la mesa a cinco kilómetros de meta. Ataque al viejo estilo, explosivo, que no demoledor. Valverde se pegó a su rueda, y poco después Igor Antón. Nadie daba un solo relevo al madrileño. Se lo pidió a Valverde "para intentar alejar a Carlos Sastre", pero el murciano le dijo que naranjas de la China, que "bastante tenía con aguantar los zarpazos de Alberto".
Y Alberto atacó de nuevo a dos kilómetros metros de meta. No había manera; se resignó. Carlos Sastre, en un alarde de bravura, casi enlaza con el vagón de cabeza, pero el jefe del Astana arrancó de nuevo y se fue con Valverde y Antón.
Y Valverde, que es mejor al sprint, le birló la segunda plaza. No le sentó bien a Contador el veredicto final, "pero cada uno tiene su táctica". La suya será encarrilar la Vuelta en el Angliru y rematar en Navacerrada. A ver si entonces le puede seguir alguien.
La novena etapa cierra la incursión por los Pirineos con el trayecto entre Vielha y Sabiñánigo, de 200,8 kilómetros. Perfil de media montaña con dos puertos de segunda, uno de tercera y otro de primera (Serrablo). Jornada para los aventureros.