Ait Khamouch, el medallista que llegó en patera
- El español de origen marroquí ha logrado la medalla de plata en la prueba de los 1.500
- Sufrió la amputación de su brazo izquierdo por las malas condiciones sanitarias
- Llegó a España de manera ilegal y hoy compite como un español más
El joven atleta español de origen marroquí Abderraman Ait Khamouch, que llegó a España en una patera cuando era aún un adolescente, se ha colgado la medalla de plata en la prueba reina del medio fondo, los 1.500 metros.
En su segunda competición internacional, el prodigioso mediofondista, al que le falta el brazo derecho, se ha quedado a las puertas del oro tras correr encerrado buena parte de la carrera y remontar con un explosivo final. Su marca ha sido de 3:53.46, la mejor de la temporada, y sólo ha sucumbido ante el keniata Abraham Tarbei, que con 3:52.50 ha establecido una nueva plusmarca mundial. El bronce ha sido para el argelino Samir Nouioua con 3:53.63.
"Ha sido un tiempo largo, de sacrificio, de luchar. Si quieres la miel tienes que aguantar las picaduras de la abeja. Querer es poder", ha dicho el atleta al término de la prueba, en referencia al recorrido que ha hecho en estos seis años, desde que llegó de forma ilegal en una patera a España.
Nacido en 1986 en la desértica Mellab, la miseria fue quien dejó a Ait sin su brazo derecho a los ocho años, cuando cayó a un pozo y la falta de asistencia sanitaria adecuada desembocó en una gangrena y en la posterior amputación.
"Ha sido una carrera de esas que me gustan, pasar el 800 a 2:03, yo marcaba a los africanos, aunque yo también soy africano pero me siento español. Yo iba a por el oro pero estoy contento por la plata, ya vendrán tiempos mejores", ha asegurado.
El atleta ha explicado que con su entrada con la mano izquierda apuntando al cielo quería dedicarle la medalla a Dios. "Yo creo en Dios, no soy practicante de ninguna religión, pero creo en algo superior a mí. Y se lo dedico a todos los españoles, a mi madre, a mi novia, a mi entrenador y a toda la gente que me ayudó mucho", ha manifestado.
El mediofondista, que "irá a por todas" también en los 800, confía en que alguien quiera tras estos Juegos ser su patrocinador para poder seguir entrenando y compitiendo. No obstante, ha asegurado que se centrará en seguir estudiando, seguramente informática, para poder buscarse un medio de vida, pues la del deportista es "muy corta".
Además, confía en poder seguir ayudando a su hermano de 15 años, que vive en un centro de acogida en el País Vasco, y que también es atleta. "Yo le ayudo en lo que puedo", señala el atleta, que destaca que la vida sin padres es muy dura.
Su madre, en el desierto, le ha dicho que le ha visto por televisión. "Se buscó la vida (para verme), allá en medio de las dunas, el calor, los camellos. Allí no hay nada, no hay esperanza". "En España he encontrado todo lo que buscaba y lo he aprovechado y lo seguiré aprovechando", ha manifestado.