Los mejores escaladores del mundo se dan cita en Palma de Mallorca
- En lugar de utilizar cuerdas en caso de caída, en el Psicobloc los escaladores caen al mar
- Los acantilados de Palma de Mallorca acogieron a los mejores escaladores del mundo
- Los hermanos Pou, Stefan Glowatz y Toni Lamprech, entre los que participaron
Los acantilados de la isla de Palma de Mallorca han sido 'profanados' estos días por algunos de los mejores escaladores del mundo, que han participado el el primer encuentro internacional de 'Psicobloc', una nueva y arriesgada modalidad de la escalada extrema en la que los deportistas utilizan el agua como colchón en caso de caída.
En Mallorca, cuna y meca de esta especialidad de escalada, los vitorianos Iker y Eneko Pou, los alemanes Stefan Glowacz y Toni Lamprech y el británico James Pearson, así como los escaladores locales Miquel Riera y Neus Torrens, recorrieron los acantilados para impulsar esta novedosa variante de la escalada deportiva.
Y es que, como explican sus promotores, el Psicobloc consiste en escalar sin cuerda un acantilado sobre el mar, sirviéndose de los salientes de la roca para agarrarse. De ahí que su nombre combine estos dos conceptos: "psico" - una mente tranquila, necesaria para controlar el riesgo y la tensión -, y "bloc" - derivación del bloque o búlder en la jerga montañera. En el búlder las paredes que se escalan son de poca altura (5-6 metros) y se cuenta con una colchoneta especial como protección en caso de caída. En el Psicobloc el agua es la que ejerce de colchoneta. No hay cuerdas ni sujeciones, sólo la bolsa de magnesio, los pies de gato y ¿ el agua, en este caso la del Mediterráneo, para amortiguar la caída (desde hasta 20 metros de altura) si las cosas se tuercen.
"La verdad es que ha sido una experiencia increíble. En Mallorca están las mejores paredes, el mejor agua - turquesa y calentita- y la gente más simpática", resumía el alemán Toni Lamprech estos siete días intensos de escalada en Mallorca. Durante una semana, estos escaladores, números uno en sus disciplinas pero todavía algo 'novatos' en esta aún emergente modalidad del Psicobloc, han recorrido los mejores acantilados de la isla. Desde Cala Ferrara hasta Cala Barques, pasando por la dura Cova del Diable y la espectacular Cala Llombards, han escalado con precisión estratégica y movimientos muy calculados por las rocas rojizas que componen el perímetro balear.
Rocas llenas de caminos invisibles para un extraño, pero bien memorizados en las cabezas de estos expertos escaladores, que alcanzan dificultades de hasta 8B, (en la escalada el 'tope' de dificultad está el el grado noveno) como la vía Tarantino en Cala Barques.
"Ha sido una semana increíble. El escenario es inmejorable para este tipo de escalada, y poder compartir una semana con estos monstruos de la escalada es una oportunidad única", comentaba Neus, que con 28 años es una de las deportistas de esta modalidad más prometedoras del país. "Me he esforzado muchísimo y logrado vías que me han llevado a superar mis propios límites. Estoy muy cansada pero muy satisfecha". Como prueba, los rasguños y moratones que cubren sus brazos, manos y piernas.
'Cicerones' de lujo
Los que han ejercido de 'cicerones' de la modalidad en este primer concurso de Psicobloc han sido los hermanos Iker y Eneko Pou, reconocidos como dos de los mejores escaladores del mundo y que cuentan en su haber con vías en 'El Capitán', el Naranjo de Bulnes, Tsaranoro, Totem Pole, el Himalaya o la Antártida, pero que estos días han compartido experiencias y afición en las paredes mallorquinas. "El Psicobloc está creciendo día a día y cada vez hay más practicantes, pero aún necesita mayor reconocimiento", remarcaba Iker después de una de sus escaladas.
La siguiente cita será en los acantilados repartidos por los cinco continentes, siempre recordando que además de ser un magnífico escalador no se debe descuidar la destreza en la natación. "Creo que si quieres practicar el psicobloc, tienes que estar fuerte, no sólo físicamente, pero también psicológicamente, porque hay que realizar muchos movimientos difíciles a mucha altura, a veces a 20 metros, y no tienes salida, tienes que realizarlos, aunque te dé miedo, porque si no caes. También tienes que ser un buen nadador, para poder acercarte a la cuerda y volver a subir a la roca. En definitiva, necesitas tener varias cualidades". Son palabras de Glowatz, uno de los más grandes escaladores del mundo que se ha animado a cambiar, por unos días, de especialidad.