El Barça se impone en el derby catalán más caliente de los últimos años
- Un penalti en la prolongación, transformado por Messi, decide el partido
- El encuentro estuvo detenido diez minutos por lanzamiento de bengalas
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Un penalti transformado por Leo Messi en el minuto 102 decidió el derbi más caliente de los últimos años, un partido que los españolistas jugaron con diez desde el minuto 45, en el que el Barça se quejó por el primer tanto local y en el que los seguidores radicales barcelonistas, los 'Boixos Nois', fueron los tristes protagonistas al obligar al árbitro a suspender el encuentro durante nueve minutos.
El partido tuvo de todo y estuvo mediatizado por los 'Boixos Nois', quienes lanzaron bengalas sobre los aficionados locales. La paradoja es que estos aficionados no tienen permitida su entrada en el Camp Nou y se les vio en las gradas de Montjuïc.
A partir del momento del parón, el ambiente en las gradas se enrareció. El Barça sacó tajada con dos goles en los minutos finales que le dio la victoria, dos tantos celebrados por los futbolistas barcelonistas con los radicales, lo que molestó especialmente al técnico Josep Guardiola.
El último derbi liguero en Montjuïc será recordado más por lo extradeportivo que por los futbolístico. El Barça reclamó que el 1-0 vino precedido de una falta a Valdés por parte de Luis García. El penalti señalado por una acción de Pareja sobre Eto'o fue una acción que tampoco estuvo nada clara.
De inicio, el partido fue un monólogo de los de Guardiola, que no culminaron sus acciones. Un reguero de oportunidades malogradas y un gol de los blanquiazules en la primera y única aproximación registrada durante los 45 minutos iniciales.
No acertó Bartolomé Márquez el planteamiento táctico, al poblar escasamente la medular de su equipo, y el Barça campó a sus anchas. Messi por la derecha e Iniesta por la izquierda generaron continuas acciones de gol, pero Henry, que por una vez jugó de nueve, en la posición en la que triunfó en el Arsenal, no acertó.
La apuesta de Guardiola le dio todas las opciones a su equipo. Llegó el Barcelona repetidamente, pero adoleció de puntería y el Espanyol, no perdonó.
En los primeros 10 minutos, el dominio del Barça fue incontestable. Al cuarto de hora, Xavi había rematado al travesaño y Henry remató junto al palo izquierdo de la meta de Kameni. Del Espanyol no hubo noticias hasta el minuto 20 y cuando asomó la cabeza, fue para celebrar el 1-0.
Llegó el tanto de los blanquiazules en una jugada de duda de la defensa del Barça. Un despeje en falso de Piqué, un balón que se envenena sobre Valdés, el meta despejó el balón como pudo, acosado por Luis García, y Corominas remachó.
Valdés protestó airadamente al árbitro. La repetición televisiva desveló el motivo: Luis García le había obstruido, impidiendo que pudiera detener el balón.
Al Barça el gol le hundió, al Espanyol su planteamiento le había dado un resultado inesperado. Desde entonces y hasta el final del primer tiempo, Messi tomó las riendas de la situación. Su equipo dominaba, llegaba, pero el resultado era el mismo.
Intenso dominio del Barça
Hasta 10 remates a puerta lanzó el Barça, pero el Espanyol no se descompuso. Jarque salvó en el primer palo una jugada de Iniesta, pero quien más atento estuvo fue Pareja, quien salvó sobre con Kameni batido un remate de Henry (m.37).
Antes del descanso, Xavi lanzó por encima del travesaño, pero lo más trascendente es que Medina Cantalejo expulsó a Nené por doble amonestación en el tiempo añadido.
Márquez recompuso a su equipo y dejó a Tamudo en el vestuario. Su equipo jugó con un sólo punta. Guardiola decidió jugar un 3-4-3 y a las primeras de cambio sustituyó a un lateral por otro nueve, Samuel Eto'o.
Si en la primera mitad, y con once contra once el dominio del Barça fue incontestable, con diez, el partido enloqueció. Los azulgrana llegaron a jugar con tres nueves (Henry, Eto'o y Bojan) y acorralaron a un rival disminuido.
Henry remató al poste en el minuto 68, justo antes de que el árbitro detuviera el partido durante nueve minutos, a causa del lanzamiento de hasta siete bengalas por parte de los seguidores radicales del Barça, sobre los aficionados locales.
El empate lo logró Henry en una jugada afortunada. Un pase largo de Xavi, un control del francés, el balón rebotó en Jarque, dio en el pecho de Kameni y el delantero del Barça recogió el rechace y batió al camerunés a puerta vacía.
Era el minuto 84, sin contar los nueve que el partido había estado detenido. El Barça era un quiero y no puedo, no pudo superar el atasco que su propio técnico había creado, con la cantidad de delanteros que puso en juego.
Una falta lanzada por Henry, que salió junto al palo izquierdo, fue la ocasión más clara de los azulgrana, hasta que en el último minuto del partido Eto'o controló un balón dentro del área, Pareja le entró, tocó el balón, pero el árbitro señaló penalti ante la indignación de los aficionados locales.
Messi transformó el 1-2 y Medina Cantalejo pitó el final del partido. El Barça ganó con polémica, los nervios se trasladaron a la grada e incluso llegó hasta el palco. El último derbi en Montjuïc será recordado por la polémica.
Bochornoso espectáculo de los 'Boixos'
El árbitro Luis Medina Cantalejo detuvo durante unos diez minutos el encuentro entre el Espanyol y el Barcelona, después de que varios aficionados espanyolistas rompiesen una valla y alguno saltase al terreno de juego, tras caerles varias bengalas lanzadas desde la zona de los seguidores barcelonistas.
Media docena de bengalas lanzadas desde la zona donde se ubican los seguidores del Barcelona cayeron sobre los aficionados espanyolistas, que reaccionaron rompiendo una valla para no ser alcanzados por esos proyectiles.
El colegiado decidió parar el partido, pero ambos conjuntos y el trío arbitral se mantuvieron sobre el terreno de juego hasta que se reanudó el encuentro, con 1-0 a favor del Espanyol, gracias al gol marcado por Coro, en el minuto 20.