El Barcelona se da un nuevo festín de goles a costa del Atlético de Madrid
- El equipo de Guardiola gana 6-1 al Atlético en el Camp Nou
- A los 8 minutos de juego, el equipo azulgrana ya había marcado 3 goles
- Messi deslumbra con su juego mientras que Agüero apenas se deja ver
Enlaces relacionados
Ocho minutos. Eso es lo que le duró el Atlético de Madrid al Barcelona en el Camp Nou, lo que tardó el conjunto azulgrana en ventilar otro partido antológico (6-1), y ya van unos cuantos, ante el conjunto madrileño.
Fútbol en estado puro, puro divertimento. Cinco disparos a puerta, cinco goles en los primeros 18 minutos. Como cuando los niños juegan a esto en el recreo, otro Barça-Atlético para el recuerdo. El equipo de Josep Guardiola salió enchufado desde el principio. Líneas bien juntas, presión asfixiante sobre la salida del balón y la portería de Gregory Coupet entre ceja y ceja. Pero esta vez, y a diferencia de anteriores temporadas, no tuvo en el Atlético un rival que contribuyese al espectáculo.
Los hombres de Javier Aguirre entraron dormidos y se llevaron tres nada más empezar. El primero, por defender mal a Márquez en un córner, el segundo, por cometer un inocente penalti (Ujfalusi) sobre Messi que transformó Eto'o, y el tercero por no poner a nadie delante del balón en un saque de falta que Messi envió al fondo de la red, mientras Coupet discutía con su defensa cómo colocar una barrera que el argentino ni siquiera pidió.
Ocho minutos, 3-0 y el partido, ese partido al que el Atleti había llegado tarde, ya estaba finiquitado. El conjunto madrileño se plantó entonces por primera vez en el campo rival. Un latigazo certero de Maxi Rodríguez (3-1), que le pegó con tanta rabia al balón, con tanto sentimiento de impotencia, que se rompió en el intento. Un espejismo. Los visitantes, que parecían morir de inanición, no se asomaron más al área defendida por Valdés durante toda la primera mitad, todo lo contrario que el Barça, cada vez más hambriento, insaciable y voraz.
Así metieron los azulgranas, antes de la media hora, el cuarto -grandísima definición de Eto'o- y el quinto, que se anotó Gudjohnsen tras empujar a gol un disparo de Iniesta que el poste rechazó. Pero hubo más. Más de Iniesta, que estrelló una segunda ocasión en la madera, más de Gudjohsen, que cruzó demasiado, en boca de gol, un servicio de Xavi y, sobre todo, más de Messi, quien a punto estuvo de calcar, por segunda vez, el famoso gol de Maradona a Inglaterra en el México 86.
El propio Maradona, que debió seguir el partido por televisión, seguramente se preguntaba, mientras veía a la 'Pulga' devorar rivales a toda velocidad con el balón cosido al pie izquierdo, dónde estaba su yerno, el 'Kun' Agüero, desaparecido en combate durante la hora que estuvo sobre el terreno de juego.
El Barcelona bordó el fútbol en la primera mitad, por su juego de posición, por su ritmo en la combinación, por su propuesta de toque y desborde y por fabricar infinidad de ocasiones de gol hasta convertir al Atlético de Madrid en un equipo vulgar, mezquino y pequeño.
Por todo lo que regaló a la grada en esos primeros 45 minutos, los azulgranas se ganaron el derecho a sestear tras la reanudación. Sin embargo, y pese a no llegar ya con tanta claridad, el estado catártico en el que habían entrado los hombres de Guardiola se prolongó en la segunda mitad. El Barça tocó y tocó, y el Atleti siguió con su huelga de brazos caídos, hasta dimitir, si no había dimitido ya, totalmente del partido.
Un cabezazo de Ujfalusi que acabó en las manos de Valdés fue todo el bagaje ofensivo tras el descanso. En los locales, en cambio, Gudjohnsen, Bojan y hasta Puyol se atrevían a amenazar a Coupet en cada llegada.
Gran gol de Henry
No obstante, fue Henry quien, a la media hora de la segunda mitad, culminó una pequeña obra, otra joya al primer toque entre Xavi y Bojan que acabó con un misil del delantero francés (6-1), que había entrado sustituyendo al 'hermano' Eto'o con ganas de unirse a la fiesta.
Henry cerró la cuenta de un partido redondo en el que el Barcelona hizo estallar toda la pólvora que parecía haberse guardado hasta ahora. En los últimos seis partidos, seis victorias. El proyecto de Guardiola pinta cada vez mejor.