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Holyfield vuelve a enfundarse los guantes

  • Con 46 años y dos meses, peleará con el gigante ruso Valuev por su quinto título mundial
  • Las necesidades económicas fuerzan a un nuevo regreso del campeón de los pesados

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En su último combate en octubre de 2007, Holyfield cayó derrotado por el ruso Sultan Igrabimov.
En su último combate en octubre de 2007, Holyfield cayó derrotado por el ruso Sultan Igrabimov.

A punto de cumplir 46 años, el ex campeón mundial de los pesos pesados Evander Holyfield ha decidido que volverá a coger los guantes para tratar de convertirse de nuevo en campeón, el de más edad de la historia.

El boxeador estadounidense, que vive retirado en Georgia, será aspirante al título de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA, en sus siglas en inglés) que ostenta el ruso Nikolai Valuev, campeón desde 2005. Holyfield recibió una oferta de Wilfried Sauerland, manager de Valuiev, que decidió aceptar. La gran pelea se celebrará el 20 de diciembre, en una sede por confirmar entre Alemania y Suiza.

Es probable que las apuestas no acompañen al viejo púgil, porque su rival, además de ser once años más joven, es un gigante de 150 kilos y 2,13 metros de altura que le saca una cabeza, y es de hecho el campeón más alto y pesado de la historia del boxeo. Y aunque no hinque el diente a su rival, como hizo Mike Tyson en el célebre combate de 1997, su apodo de la "Bestia del Este" y su récord de 49 victorias (con 34 K.O.) y una sola derrota (la que le hizo perder el título en 2007) le convierten, cuanto menos, en un rival de consideración.

A pesar de todo, en caso de triunfar, Holyfied se convirtiría en el campeón de más edad en la historia de los pesos pesados, una plusmarca que hasta ahora está en manos de su compatriota George Foreman, quien en 1994, derrotó a Michael Moorer.

El próximo día 19 de octubre, el que fuera bronce en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984 y cuatro veces campeón incontestable de los pesos pesados en los años noventa soplará 46 velas en su tarta de cumpleaños, aunque, según él, pesan más las ganas que los años.

Las necesidades económicas, detrás del regreso

"No me molesta que la gente diga que soy demasiado viejo. Tengo un deseo y entrenaré duro para hacerlo realidad", dijo Holyfield. Su récord en los últimos años no es muy favorecedor para ver cumplida esa ilusión. En su último combate, en octubre de 2007 en Moscú, perdió por puntos ante el ruso Sultan Ibragimov, campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Desde 2001, sólo ha disputado 11 combates, de los que ha ganado apenas la mitad, cinco.

Holyfield ha subrayado que en esta nueva última velada -protagonizó otros dos regresos fallidos en 2003 y 2004, con 42 años- cobrará la bolsa más baja que jamás se le ha ofrecido en una pelea por el título mundial, puesto que se embolsará unos 750.000 dólares. "Pese a ello, me siento honrado por esta oportunidad", afirma.

De todos modos, vendrán bien a su quebrantada situación económica, más que empañada por las deudas. Este verano saltó la noticia de que el púgil de Alabama no podía pagar su casa de 10 millones de dólares, no pasaba la pensión mensual a una de sus ex esposas, madre de uno de sus once hijos, y tenía una reclamación de un banco de Utah para devolver un préstamo de 550.000 dólares.

En los últimos años, y como otros boxeadores, Holyfield empleó su popularidad para acrecentar su cuenta corriente, prestándose como imagen de anuncios de venta por teléfono -vendiendo parrillas, como George Foreman- y otras apariciones televisivas, como la versión estadounidense de "Mira Quién Baila" o en un combate de exhibición en la WWE, el espectáculo de lucha libre estadounidense.