Sanción al Atlético: una historia y tres versiones
- Los incidentes se originaron por la retirada de una pancarta
- La UEFA y la Policía se culpan mutuamente
- El Olympique denuncia gritos racistas contra sus jugadores
Una calavera desató la tormenta. La actuación policial a la hora de retirar una pancarta en la grada donde se ubicaban los hinchas radicales franceses, con una calavera dibujada, fue el detonante de los disturbios que se saldaron con la detención del aficionado marsellés Santos Mirasierra.
Los hechos, ocurridos el pasado 1 de octubre con motivo del Atlético-Olympique de la segunda jornada de la Liga de Campeones, han costado al club madrileño el cierre por dos partidos del estadio Vicente Calderón y 150.000 euros de multa, a la espera de cómo concluya la apelación que tiene preparada la entidad.
La versión de la Policía Nacional es que la pancarta fue retirada debido a que "de acuerdo con la normativa española vigente, incita a la violencia", según hizo público ayer el Sindicato Unificado de la Policía. Los agentes actuaron, según esta versión, a instancias de la UEFA. En el vídeo que la Policía facilitará como prueba en la apelación del Atlético se puede observar cómo los hinchas franceses forcejean con los miembros de la seguridad privada (Steward).
Sin embargo, en el informe del delegado de la UEFA en el partido, el alemán Gehrhard Kapl, consta que la pancarta fue retirada "de forma injustificada" por la Policía, lo que provocó los incidentes. Una sola frase dentro de un informe que no pone ningún pero a la organización, que califica de "perfecta". Esta afirmación va en la línea de lo declarado ayer por el portavoz de la UEFA, William Gaillard, que culpó a las fuerzas de seguridad españolas.
Desde el Olympique de Marsella, el club que preside Pape Diouf, aseguraron que la orden de retirar la pancarta partió del responsable de seguridad del estadio. En defensa de sus hinchas, alegaron que la calavera es el símbolo del grupo radical C.U. 84 y no un símbolo racista. Diouf no dudo en calificar de "salvaje" la actuación policial y culpó a los agentes de estropear todo su trabajo de prevención.
El propio club atlético admite en su comunicado que la seguridad del club pidió "en tono conciliador" la retirada de la pancarta, "encontrando una actitud beligerante por parte de los aficionados del equipo rival", por lo que pidió ayuda a la Policía.
En realidad, la calavera de la peña radical marsellesa (imagen de la izquierda), es distinta de la calavera que habitualmente exhiben los grupos ultras fascistas, pese a lo cual los agentes de policía procedieron a su retirada.
Gritos racistas
Pero no ha sido el asunto de la pancarta el único motivo para sancionar al Atlético de Madrid. Desde el OM se gestó una campaña de denuncia que acusaba a la afición rojiblanca de proferir cánticos racistas contra algunos de sus jugadores. Además, se quejan de las dificultades que tuvieron que sufrir algunos de sus aficionados con discapacidad.
Ni la Policía ni la UEFA hacen mención alguna en sus informes a los cánticos racistas. Quien sí opina sobre la accesibilidad del estadio es el delegado UEFA, quien en su escrito -traducido al español por el Atlético- asegura que el Calderón se encuentra "en buenas condiciones a nivel general", y en otro punto señala que es "algo viejo, pero presenta todos los requisitos pedidos por la Champions League".
En su defensa frente a las acusaciones de racismo, el Atlético de Madrid afirma que sus rivales confundieron los gritos de animo "Kun, Kun, Kun", referidos a su jugador Sergio Agüero, con la imitación de un mono que suelen hacer los racistas para ofender a los jugadores negros.