El protagonista ausente del Liverpool - Atlético

• Vivimos el partido con una peña de cada equipo
• Ambas aficiones han echado en falta a un mismo jugador: Fernando Torres

Amador Moreno y Neil Thomas no se pierden un partido de su equipo, el Liverpool.

Aunque juegue en el Liverpool desde la temporada pasada, Fernando Torres sigue teniendo al menos tres peñas atléticas con su nombre. La más grande de ellas está compuesta por unos 200 socios, y tiene su sede en una cafetería de la localidad madrileña de Fuenlabrada, patria chica del futbolista.

Cuando juega el Atlético de Madrid, y también el Liverpool, el local se convierte en el centro de reunión de los socios que, entre trago y trago, disfrutan con el juego del equipo colchonero o de su paisano más universal. Es muy difícil que coincidan estas dos satisfacciones, salvo si se trata, como es el caso, de un enfrentamiento entre Liverpool y Atlético de Madrid.

Nos encontramos en este bar, pocos minutos antes de que comience el partido. Es extraño. Apenas hay un puñado de parroquianos acodados en la barra que miran de reojo al televisor. Entre ellos, se encuentra Tomás Roldán, dueño del bar y presidente de la Peña Atlética Fernando Torres. "Muchos de los peñistas han viajado a Liverpool. Entre eso, y que dan el partido por televisión, esto está vacío", explica.

El bar es un pequeño santuario consagrado al delantero. De las paredes cuelgan varias fotos suyas, y, junto a la puerta, en un lugar privilegiado, una vitrina guarda lo que parece ser el mayor de los trofeos: una camiseta del Liverpool firmada de puño y letra en la que se puede leer: "Para mi peña atlética Fernando Torres, una peña de amigos. Con cariño".

Finalmente, Torres no se ha recuperado a tiempo y tampoco en esta ocasión jugará contra su querido Atlético de Madrid. "Esto es una faena para todos. Muchos de los que han viajado a Inglaterra lo han hecho sobre todo para ver jugar a Fernando, y se van a quedar con las ganas" afirma Tomás con cierta amargura.

"¿Que quién quiero que gane este partido?" Ante la obligada pregunta, responde con una neutralidad previsible: "Cualquiera de los dos equipos. Ahora también somos del Liverpool".

Un escenario diferente

Aproximadamente a 25 kilómetros de distancia, en el corazón de Madrid, el escenario es muy diferente. Nos encontramos en una de las estrechas calles del barrio de Malasaña, dentro de una taberna que sirve de sede para la única peña oficial del Liverpool en Madrid. El nombre de la taberna, por si quedaba alguna duda de en qué tipo de bar estamos, hace referencia a uno de los principales símbolos celtas: el trisquel. 

Allí, frente a una gran pantalla, se han congregado numerosos hinchas ataviados con la camiseta roja del Liverpool. Se hacen llamar los Madrid Reds. La mitad de ellos son ingleses, y, la otra mitad, españoles. Aunque pueda parecer increíble, admiran a su equipo en perfecta convivencia. Prueba de ello es que Neil Thomas, el presidente, es un inglés afincado en España desde hace tres años; mientras que el segundo de a bordo es el español Amador Moreno. "Nuestra peña está formada aproximadamente por 20 españoles y 20 ingleses", aclara Neil, dando fe de un equilibrio que parece calculado.

Junto a los Madrid Reds, también hay aficionados atléticos. "Son amigos que han venido a ver el partido con nosotros. Aquí siempre hay mucho fair play, queremos disfrutar y pasarlo bien, nunca hemos tenido problemas de ningún tipo", dice Amador.

Estamos hablando durante el descanso del encuentro, al que se ha llegado con el resultado de 0-1. La camarera pasa a nuestro lado con una bandeja repleta de enormes vasos de espesa cerveza irlandesa.

Tarde o temprano, tenía que aparecer el nombre de Fernando Torres en la conversación. "El hecho de que Torres sea madrileño es un orgullo para nuestra peña, como también lo es Pepe Reina y Rafa Benítez". "Siempre se ha respetado mucho al Liverpool en España, aunque hay que admitir que la diferencia la ha marcado Fernando Torres". "Torres es un fenómeno", concluyen, y se apresuran  a ocupar sus asientos de nuevo porque está a punto de comenzar la segunda mitad.