El Real Madrid busca en Badalona terminar con su mala racha
- Los dos equipos llegan tras perder en casa en la tercera jornada de la Euroliga
- Los verdinegros deben añadir las lesiones que arrastran desde hace días
- El equipo madrileño ha encadenado cuatro derrotas consecutivas
El DKV Joventut saldrá dispuesto a sumar su quinta victoria liguera, a pesar de que todavía no ha mostrado excesiva solidez en este inicio de temporada, en la visita (sábado 20.00 horas/La2) del Real Madrid, que atraviesa la peor racha desde que Joan Plaza llegara al banquillo.
Los dos llegan al partido tras perder en casa en la tercera jornada de la Euroliga, pero la crisis del Real Madrid es mucho más preocupante con cuatro derrotas consecutivas, que están generando grandes dudas sobre el tercer proyecto de Joan Plaza.
La 'Penya' debe rehacerse del traspié europeo si no quiere entrar en una crisis de resultados que, añadida a las lesiones del conjunto verdinegro, provocarían un bajón moral importante en los hombres de Sito Alonso.
Sin el joven internacional español Ricky Rubio, ultimando su recuperación, ni con el fuerte pívot británico Pops Mensah-Bonsu, tratado por un especialista en los Estados Unidos de sus molestias en la espalda, el DKV Joventut tendrá al estadounidense Bracey Wright como líder verdinegro en pista.
Será también importante que el base norteamericano Demond Mallet acompañe en ataque a su compatriota pues sus triples son imprescindibles para el DKV Joventut.
- El Real Madrid lleva cuatro partidos sin concer la victoria
Mientras, el Real Madrid, tras un comienzo poco prometedor, pareció encauzar el camino, pero sus tres triunfos seguidos fueron un espejismo, porque después ha encadenado cuatro derrotas consecutivas, cada una dejando en evidencia las carencias de un grupo que no es capaz de salir del pozo.
Perder en Vitoria o ante el CSKA hubiera sido algo permisible, pero no si las derrotas llegan tras una impensable contra el Cajasol, y otra frente al Partizán, una en cada competición y que, aunque todavía no son decisivas, sí pueden hacer mucho daño a la confianza de la plantilla.
Pese a los serios esfuerzos para emplearse en defensa e ir poco a poco ganando confianza para el ataque, los resultados siguen siendo negativos.
El rebote y las pérdidas son un lastre excesivo para un equipo que, además, se muestra prácticamente nulo en el juego exterior, y que en el interior cuenta con mucha garra y fortaleza, pero pocos centímetros.
Sólo pequeñas pinceladas de momentos de brillantez de jugadores que, con cuentagotas, dan impresión de tener calidad, permiten una aspiración positiva, cuando el equipo logre pasar esta mala racha.