Nalbandian marca la jerarquía
- El 'rey David' argentino liquida en dos horas al español (6-3, 6-2 y 6-3)
- Ferrer no dio con la tecla ante un argentino superior en todo
- El alicantino terminó desesperado: "Lo siento por los que nos apoyan"
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No hubo lugar para la sorpresa y el equipo argentino se anotó el primer asalto en la lucha por la Ensaladera. Un Nalbandian absolutamente inabordable dio un recital, primero con la derecha y luego con el revés, torpedeando con precisión milimétrica la pista que había ordenado diseñar a imagen y semejanza de su calidad técnica para desesperación de un Ferrer que no encontró su sitio. En apenas dos horas, Argentina se anotó el primer punto (6-3, 6-2 y 6-3) [Narración en vivo] [Microblog de los internautas en RTVE.es].
El partido reflejó el lugar en la clasificación en que se encuentran uno y otro David a estas alturas de la temporada. El argentino, Nalbandian, con su técnica habitual y pleno de confianza, conocía al dedillo cada centímetro de la pista y jugaba como un delineante, con escuadra y cartabón, a su placer.
Por su parte, un Ferrer falto de ritmo y confianza, a un nivel inferior al que cabía esperar de su garra -ciertamente a un nivel lejano del que atestiguaba el número cuatro en el ranking ATP con el que había empezado el año- pegaba arreones y respondía con furia devolviendo juegos de rotura, pero en franca desventaja y sin tomar nunca la iniciativa en el partido, siempre a remolque.
Los tres sets transcurrieron casi de idéntica manera, y siempre con Nalbandian marcando el ritmo. Ante la inapelable eficacia de su derecha y la variedad de reveses, Ferrer se agazapaba en el fondo de la pista, donde sus golpes no hacían mella en la coraza del argentino, que se entretenía pintando ángulos de todo tipo para regocijo de la educada hinchada argentina, que no tuvo que caldear el ambiente.
Como una apisonadora, conjugando fuerza, intensidad y presencia en el centro de la pista, el de Córdoba aprovechó con contundencia los 'breaks' que se iba anotando: el primero en el tercer juego, el segundo con el 5-2, que Ferrer consiguió maquillar para terminar con un menos sangrante 6-3 en la primera manga.
Ferrer: "Hoy no presenté batalla"
No es que David Ferrer no supiera lo que tenía que hacer para remontar el partido; es que era imposible encontrar un punto flaco al argentino. Ahora que falta Nadal en el equipo español, se es más consciente del efecto que causa en la moral del rival un jugador que engancha golpes ganadores uno tras otro, sin solución de continuidad, invencible con la derecha y al revés.
Eso llevó a la desesperación a un jugador que lo intentaba pero no podía, y que se dejó llevar por la corriente de un Nalbandian que se desenvolvía por la pista como por la moqueta de su casa -y en realidad, es lo que era la pista diseñada y supervisada por él en todos sus relieves-.
"Hoy no presenté batalla. Yo no me exijo porque sé lo que hay. Ahora hay que confiar en 'Feli'. Lo siento mucho por los que nos apoyan", afirmó en declaraciones a TVE, asumiendo que Nalbandian fue "muy superior".
En el segundo set, Ferrer erraba sus ocasiones de rotura y Nalbandián, que de vez en cuando cometía errores inocentes, era letal al resto, donde terminó por asentar su supremacía. Así fue como logró la primera ventaja (3-1), que aunque pudo devolver a continuación el de Jávea, no le valió ante un Nalbandian que aplicó sin piedad la misma fórmula en la siguiente oportunidad.
Ahí perdió las esperanzas el tenista español, que apenas encontraba fuerzas para animarse. Lanzaba su raqueta al suelo, se enfadaba con el banquillo donde sus compañeros y entrenador trataban de aconsejarle y no apareció el gladiador que en las semifinales en Las Ventas se rehizo para tumbar al estadounidense Andy Roddick.
Con la ventaja del servicio en el tercer set, el cordobés de Argentina sólo tuvo que mantenerse en sus trece para lograr una nueva rotura en la tercera manga y cerrar el primer partido con el punto en el marcador de la selección anfitriona.