El Madrid toma aire vapuleando a los canarios
- Los de Joan Plaza se imponen por 95-80 al Gran Canaria
- Ricoh Manresa 68 - 60 MMT Estudiantes
- CB Granada 71-63 Fuenlabrada
- Bruesa 77-67 CAI Zaragoza
El Real Madrid convirtió un partido de aspecto comprometido en un festín, aunque necesitase apretar los dientes durante treinta minutos antes de vapulear en el último cuarto al Kalise Gran Canaria.
Los canarios ya han ganado en Madrid esta temporada, al MMT Estudiantes, y en las escasas jornadas que han discurrido desde entonces hasta esta segunda visita a la capital para verse con el Real se han consoll se han consolidado como uno de los nombres relevantes del campeonato.
Corren tiempos de duda por el equipo blanco. La derrota encajada en casa del Pamesa Valencia el miércoles pasado le restó crédito a la racha de triunfos que había encadenado para empezar a levantar el vuelo. La presencia del Gran Canaria representaba, por tanto, un arma de doble filo para los hombres de Joan Plaza.
El Madrid, además, con una grieta en el juego interior a través del griego Lazaros Papadopulos que no terminar de cerrar. El pívot heleno volvió a pasarse otro partido entero en el banco.
El Gran Canaria, con la imagen de solidez y seriedad que irradia en todo momento, salió sin complejos (10-16) y tensó los nervios madridistas, aliviados gracias al juego interior. Por fuera, el Madrid tardó en arrancar.
El duelo se centró, básicamente, dentro de la pintura, aunque el juego del Gran Canaria ofrecía mayor diversidad. Ningún hombre por encima de los diez puntos en el primer tiempo, pero seis con más de cinco. Toda una muestra de polivalencia colectiva.
Luego, según avanzó el choque, dos jugadores, uno interior y otro exterior -los estadounidenses Marcus Norris y James Augustine- situaron las referencias ofensivas. La opción de Hamilton, habilitada previamente, en el segundo cuarto, apenas duró dos minutos, exactamente 1:49 minutos, que fue el tiempo transcurrido hasta que Hamilton cometió la cuarta falta. De récord, pero también arreglado con Reyes.
El Madrid abrió el primer hueco destacable en los prolegómenos del descanso. La conexión establecida entre Alex Mumbrú y el norteamericano Jeremiah Massey, al estilo de la sociedad que forman el canario Sergio Rodríguez y Rudy Fernández en los Trail Blazers de Portland, con especial tendencia al 'alley-hoop', y una fase de inspiración de Sergi Llull pusieron la aportación que faltaba para sacarle el jugo a la retahíla de Reyes.
Y del mismo modo que el juego interior había sido decisivo para el Madrid durante treinta minutos, el perímetro, le dio el partido en los diez últimos. Los insulares, privados del canadiense Carl English por efecto de la defensa local, que lo borró del encuentro, resistieron el embate hasta que Sergi Llull y Raúl López se juntaron al frente del cinco local.
Las recuperaciones de balón de Llull, las consiguientes bandejas en contragolpe, los ttragolpe, los triples en instantes puntuales y el vendaval Reyes -veinte puntos y quince rebotes- sacaron del rectángulo al Gran Canaria y, de forma paralela, devolvió a los blancos el crédito perdido en Valencia.