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El Valencia encarrila su pase a la siguiente ronda con un festival de goles

  • El equipo valencianista gana por 0-4 al Rosenborg noruego
  •  Mata, Pablo, Baraja y Joaquín fueron los autores de los tantos
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El portero del Rosenborg no puede impedir el tanto valencianista.
El portero del Rosenborg no puede impedir uno de los tantos valencianistas.

El Valencia ha dado un paso de gigante en su clasificación para la siguiente fase de la Copa de la UEFA al golear (0-4) al Rosenborg noruego, en un partido muy serio y completo de los españoles, que evidenciaron gran seguridad defensiva y gran eficacia goleadora.

Con el mismo sistema que tan buen resultado le ha dado en los últimos partidos pero con muchas rotaciones, afrontaba el técnico Unai Emery el choque en las frías tierras noruegas con unas temperaturas de cero grados, que pareció dejar helado al conjunto español en los primeros compases.

Los noruegos no daban muestras de peligro, atenazados por la presión de un Valencia bien colocado, lo que permitió una buena jugada por la izquierda de Edu que centró para que Mata culminara a los veinte minutos con un cabezazo que golpeó en el larguero y se coló en la portería defendida por Jarstein.

Mata volvió ser el protagonista cinco minutos después pero su gol no subió al marcador por fuera de juego previo mientras el conjunto dirigido por Trond Henriksen no se descompuso y trató de poner en peligro pero sin definición a un Valencia que se mostraba muy seguro.

A cinco minutos para el descanso, el Valencia tenía el balón y gozó de una buena ocasión de Morientes para sentenciar pero la defensa noruega desbarató las intenciones de los valencianistas, que al filo del descanso vieron como Mata perdía un balón con mucho peligro dentro del área.

Mata, tocado, dejó su sitio en la segunda parte a Joaquín y el Valencia comenzó bien la reanudación con ocasiones para el propio interior español y para Fernandes, aunque el Rosenborg despertó de su letargo inicial y puso en apuros a Renan en un disparo ajustado de Skjelbred.

Baraja, que entró por el portugués Manuel Fernandes, oxigenó el juego del Valencia, que con Joaquín como hombre más incisivo puso en apuros a Jarstein, que detuvo un disparo al centrocampista español y desbarató en dos tiempos un pase suyo a Morientes en el área pequeña cuando el de Sonseca se quedaba sólo.

El Rosenborg no renunció al ataque, aunque el Valencia, que hizo gala de una gran solidez defensiva, era el que llegaba con más peligro y de hecho a quince minutos para el final Pablo Hernández se fabricó un golazo al driblar a dos defensas y colocar el balón por la escuadra donde no pudo llegar el meta holandés.

El Valencia estaba crecido, jugaba a placer, sólido en defensa, tocando sin problemas, triangulando y por eso no sorprendió que aún aumentara su ventaja por partida doble, primero Baraja de disparo desde la frontal y luego Joaquín en un generoso pase de Morientes cuando el partido ya tocaba a su fin.