El Madrid conquista el fortín zaragozano
- Duelo con sabor a la liga más añeja
- Homenaje en el descanso a los campeones de la Copa ACB de hace 25 años
- Todos los datos del partido
- Victoria del AG Fuenlabrada ante el Iurbentia Bilbao (108-75)
El Madrid consiguió su sexta victoria en la Liga ACB 2008-2009, conquistando además el que hasta ahora era uno de los fortines de la competición: el Pabellón Príncipe Felipe del CAI Zaragoza.
El partido, que llevó a los aficionados maños uno de los duelos más atractivos de la ACB que por allí se recordaba, sirvió como excusa para homenajear a los campeones de la Copa ACB de hace 25 años.
Pero los de Joan Plaza también tenían algo que celebrar: Felipe Reyes venía de ser el jugador más regular de la ACB y se obligaba a demostrarlo, y Louis Bullock igualaba a Joe Arlaoukas como extranjero con más partidos en el equipo.
El partido fue un mano a mano precisamente hasta que el norteamericano despertó en el tercer cuarto. Junto a Reyes, Mumbrú y Raúl López anotó dobles dígitos, que hicieron inútiles los de Quinteros (22) máximo anotador del encuentro. Con tres puntos menos, pero recuperando siete rebotes, Reyes volvió a ser el mejor de su equipo, una vez más y del partido.
El Madrid se fue al descanso con una renta de 11 puntos, pero un gran parcial de los locales devolvió la emoción al marcador. El acierto en los triples, con Bullock inspirado en el tercer cuarto, así como Mumbrú y Raúl López en el cuarto, devolvieron la ventaja y la victoria a los de Joan Plaza.
AG Fuenlabrada 108-75 Iurbentia Bilbao
El Alta Gestión Fuenlabrada certificó en su feudo ante el Bruesa GBC que, junto al Ricoh Manresa, es firme candidato al título honorífico de equipo revelación de la Liga ACB, aparte de demostrar, una vez más, que por nivel de juego está por encima de los conjuntos cuyo máximo objetivo es evitar el descenso.
El equipo madrileño mostró su variado repertorio, basado en el juego ofensivo creativo, la defensa al límite de la falta personal, un perímetro capaz de aniquilar a cualquiera y transiciones eléctricas en momentos inesperados, tras una semana en la que más de la mitad de la plantilla anduvo aquejada de un virus estomacal y otro par de jugadores acusaron problemas físicos.