Parte de los compromisarios gritan a Calderón: ¡Dimisión, dimisión!
- Jornada convulsa en la que al final Calderón ha conseguido sus propósitos
- El presidente blanco ha invitado a socios sin derecho a voto
Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, ha vivido un tenso turno de preguntas en la Asamblea de compromisarios, en la que ha llegado a escuchar voces que pedían su dimisión por parte de algunos de los presentes al acto, mezcladas con gritos de "presidente" de los socios invitados asistentes.
Después de dos horas y media de reunión, en las que Calderón expuso un informe inicial sobre la situación deportiva y económica del club, se produjo el principal momento de tensión, cuando los compromisarios intervinieron en el turno de ruegos y preguntas, para responder a la defensa de las cuentas expuesta por el vicepresidente Ignacio Rivero.
Tras diecisiete alocuciones a favor de las cuentas, el compromisario Alberto Villaverde criticó las cifras aportadas por la directiva y su gestión. José Manuel Serrano, secretario de la Junta Directiva, silenció el micrófono a Villaverde y dio la palabra a Calderón, que fue interrumpido por la sala y escuchó por primera vez gritos pidiendo su dimisión.
A continuación, los socios asistentes que no tienen derecho a voto, ubicados al lado de la prensa y separados de ésta por una pared que impedía un encuentro visual entre ambos, increparon a los asambleístas con el cántico "antimadridistas, hijos de puta".
Calderón planteó acabar con el turno de ruegos y preguntas y pasar a votar las cuentas, pero nuevos gritos de "dimisión", por segunda vez en el día, obligaron al presidente a continuar con el punto asignado antes de comenzar la Asamblea.
La intervención de Villaverde perturbó la calma de la jornada, que transcurría sin demasiados incidentes. Sus palabras rompieron la evolución del turno de los ruegos y preguntas, hasta ese momento favorables a la gestión de la Junta Directiva.
Acusado de no saber fichar
A partir de ese momento nuevas alocuciones caldearon el ambiente del Palacio de Congresos. José Luis Ramos criticó la "pésima gestión en la compra de jugadores, algunos pagados a precio de oro" y aseguró, en referencia a Ramón Calderón, que "en España sólo hay dos presidentes para los cuales no existe la crisis".
Después Mario Cifuentes se retiró del púlpito voluntariamente tras ser insultado por los socios invitados cuando afirmó que "cada club tiene el presidente que se merece". "No he venido a esta asamblea a que me llamen hijo de puta. Por lo tanto, me voy", dijo.
El siguiente socio en hacer uso de la palabra fue silenciado, por segunda vez en el día, por el secretario de la Junta. "Ustedes han creado este ambiente -en referencia a los directivos-. No nos culpen a los socios. Es una pena que el presidente no llame al orden a la gente que grita", espetó a la sala, que pidió, por tercera vez en el día, la dimisión de Ramón Calderón.
La sala escuchó a continuación, y sin interrupciones, al presidente de la "Plataforma Blanca", Eugenio Martínez, que acusó a la directiva de "maquillar" las cuentas y de "ocultar" una deuda de 511 millones de euros.
Eugenio Martínez, que hace dos días dijo que será candidato a presidente en las próximas elecciones, expresó su desconfianza en Ramón Calderón y cerró su turno de palabra mostrando la tarjeta roja del "no" a los directivos del Real Madrid.
Las intervenciones de los compromisarios -algunos obligados a abandonar el estrado por "saltarse el orden del día"- continuaron entre gritos a favor y en contra de Ramón Calderón, a quien pidieron que las votaciones de hoy fueran "secretas y en urna".