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El Barça fuerza la rendición

  • Eto'o -que falló un penalti- y Messi acaban con la resistencia numantina levantada por Juande
  • El Barça reafirma su liderato y distancia al Madrid a 12 puntos en la clasificación
  • Sneijder tuvo que volver a retirarse lesionado, y debutó el canterano Miguel Palanca

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Messi supera a Casillas en la jugada del segundo gol, en el minuto 90.
Messi supera a Casillas en la jugada del segundo gol, en el minuto 90.

En diez minutos, cuando ya el Madrid empezaba a paladear el triunfo parcial de una resistencia numantina, aparecieron los delanteros del Barcelona, los de siempre, Eto'o y Messi, para dar definitivamente la razón a los que vaticinaban en los días previos la victoria para el equipo azulgrana, al que el resultado le confirma en su ascenso hacia el título de Liga, dejando ya a doce puntos al vigente campeón [Todos los datos del encuentro] [Fotos] [Así jugó el Barça] [Así jugó el Madrid].

Vendió cara la victoria el Real Madrid, que llegaba públicamente mermado al choque y que a la media hora confirmó sus males; por un lado, la estrechez de su actual plantilla cuando Sneijder, que volvió a forzar para salir en el once titular, tuvo que abandonar de nuevo aquejado de molestias físicas, dando paso Miguel Palanca; y por otro, la carencia de un 'cazador' de goles, cuando Drenthe fallaba un mano a mano con Valdés inundado por las dudas bajo el aguacero del Camp Nou.

Y es que el triunfo llegó para el Barça muy trabajado, muy al final, en un partido duro y trabado en el que el rodillo azulgrana no tuvo tiempo de manifestarse, en buena parte debido al serio planteamiento defensivo puesto en escena por Juande Ramos, que planteó un partido estajanovista que no fue recompensado.

De hecho, el equipo de Pep Guardiola no estaba jugando bien. Con la posesión del balón, de la que su rival se desentendía, llegó a jugar de manera previsible y errática, sin continuidad, recibiendo incluso golpes de un Madrid que echó de menos la efectividad de sus delanteros habituales, perdidos para la causa por la plaga de lesiones.

Pero al final la balanza se decantó del lado azulgrana, y de quien cabía esperar en un partido de garra. Samuel Eto'o, que en el minuto 70 había fallado un penalti ante un gran Iker Casillas -que interpuso los guantes a distintas ocasiones azulgranas-, marcó el gol cuando faltaban siete minutos para el final, aprovechando un remate de Puyol en el saque de un córner botado por Xavi.

Mérito de los porteros

Tenían ganas los culés, y pecaron de precipitación, por lo que quedaron a merced del contraataque del Real Madrid, que buscaba los huecos dejados por las subidas de Alves; orden defensivo y jugadas a la contra, la receta de Juande, entre solución debida a las circunstancias y definición de estilo de este equipo carente por el momento de otras señas de identidad.

Algo rechinaba en el Barça. Pasaban los minutos y sus jugadores importantes no aparecían. Estaba ausente Xavi, Eto'o no cazó ni un remate dentro del área, Messi jugó lastrado por las múltiples faltas que sufría... La consigna parecía evidente y el argentino acababa en el suelo cada vez que encaraba a un rival. Guardiola se dio cuenta y protestó enardecido ante Medina Cantalejo, que repartió aciertos y errores, como suele pasar.

Nada cambió en el segundo tiempo, el Barça siguió sin leer bien el partido y el Madrid siguió a la suyo, confiado a una ocasión solitaria que no llegaba, aunque pudo tenerla en pies del debutante Palanca, que jugó a buen nivel, en el minuto 78, tras una pared con Raúl en el área.

Buena parte del protagonismo del partido fue de los porteros. Iker Casillas, cuestionado como nunca en las últimas fechas, estuvo inmenso, paró un penalti y realizó hasta seis paradas de mérito. Víctor Valdés intervino menos, pero fue determinante en sendos uno contra uno con Drenthe, en el primer tiempo, y con Palanca en el segundo.

Solución de los goleadores

Eto'o tenía una cuenta pendiente con Iker Casillas y la acabó saldando y sumó su octavo tanto en Liga ante el club que le crió como jugador (cuatro como mallorquinista y cuatro en su actual equipo, con el que no marcaba desde noviembre de 2005.

El Real Madrid quedó tocado y sin recursos, y con el Camp Nou encendido, Messi puso la guinda al pastel con un golazo que cerró el partido. En un rápido contraataque, el argentino se quedó solo ante Casillas en un contragolpe conducido por Henry y decidió levantar la pelota para ponerla en la red blanca pese al inútil esfuerzo de Cannavaro de cortar el balón.

Épica numantina aparte, lo inamovible es el marcador, y lo cierto es que la Liga se pone muy cuesta arriba para el Real Madrid. No sólo por el abismo de doce puntos que le separa del líder, que no es objetivamente insuperable, sino por las dificultades que arrostra, la racha de tres derrotas consecutivas en Liga y por los resultados ante rivales directos a los que el Barça, por comparación, sí ha superado. En los tres últimos partidos, ante Sevilla, Valencia y Real Madrid, los azulgrana han sumado nueve puntos, han marcado nueve goles y no han encajado ni uno.