Los estadios de fútbol también tiritan de frío

• La bajada de temperaturas hace disminuir el público en la Copa del Rey
• El Mallorca-Almería, el partido má afectado con sólo 2.500 jugadores

Varios aficionados del RCD Mallorca se protegen del frío tapados con mantas durante el partido ante la UD Almería, correspondiente a los octavos de final de la Copa del Rey.

El fuerte descenso de las temperaturas provocado por una ola de frío de polar, también ha perjudicado al fútbol. Los partidos de ida de octavos de final de la Copa del Rey destacaron por la ausencia de espectadores. Muchos aficionados prefirieron no salir de casa antes que quedar ateridos de frío en los estadios.

El caso del Real Mallorca fue el más ejemplarizante. El equipo bermellón disputó ayer contra el Almería un encuentro "en familia" que venció por 3-1. Tan sólo 2.369 aficionados acudieron a ver el partido, pese a que el estadio tiene una capacidad para 23.142 espectadores. Pese a que las gradas estaban desiertas, los de Gregorio Manzano lograron calentarse lo suficiente como para vencer y romper su gélida racha de derrotas.

El otro partido del jueves, el atractivo Osasuna-Athletic, no pasó de la media entrada, pese a ser un encuentro de máxima rivalidad. El Reyno de Navarra se tuvo que conformar con 13.500 espectadores, de una capacidad total de 20.000.

En encuentros como el del Sporting 3-1Valladolid, en el que llegó a nevar a nivel del mar, también se acusó el descenso térmico. Sólo 8.000 espectadores poblaron El Molinón, que puede alojar un aforo máximo de 23.142 espectadores. Tampoco en el Polideportivo Ejido-Espanyol, que acabó 3-2 para los locales, se consiguió movilizar al público. Pese a la visita de otro"primera" y los grandes goles anotados, la afición de El Ejido prefirió el brasero y la manta al espectáculo del deporte rey. Sólo 2.500 espectadores, de una capacidad cercana a los 8.000, acudieron al campo.

La afición atlética no teme al frío

La excepción de esta jornada de deserción, la pusieron los aficionados atléticos. Pese a las temperaturas cercanas a los cero grados bajo cero, el Vicente Calderón se llenó y consiguió prácticamente cubrir por completo sus 55.000 asientos en el partido contra el Barcelona. En este caso, el equipo no correspondió a la movilización de la afición, puesto que perdió por un claro 1-3.