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La tercera derrota del año deja a Aguirre más cuestionado que nunca

  • "Al vestuario le he pedido mucha tranquilidad y conciencia de lo que se está haciendo mal"
  • "Cerezo estuvo en el vestuario al final del partido y nos conminó a seguir para adelante"

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Los atléticos piden la cabeza de Aguirre

El mexicano Javier Aguirre, entrenador del Atlético de Madrid, aseguró que "claro que duele que la gente se vuelque en contra" de él o de los futbolistas, aunque reconoció que a la afición le "asiste la razón" en esas protestas, tras la derrota contra el Athletic (2-3), en un día que calificó como "horrible".

"Claro que cualquier derrota duele, claro que duele que el equipo no dé buena imagen y claro que duele que la gente se vuelque en contra mía o de los jugadores. Les asiste la razón, eso es indudable", valoró el técnico en rueda de prensa, donde consideró: "La gente está en su derecho de increparnos y lo entendemos".

"El equipo no estaba muy bien, pero estaba controlando las acciones. Pero el primer gol nos hizo mucho daño, ese gol no estaba diseñado, en el minuto 45, y el equipo llegó al vestuario muy tocado. Creo que se vio en la segunda parte, con esas prisas y esa toma de decisiones. Los otros dos goles fuimos víctimas de nuestra propia precipitación", continuó.

"Un día horrible, uno más y muy seguido en este Atlético de Madrid que nos cuesta reconocer, pese a que somos los mismos que hace poco, de la 'Champions' y de diciembre. Y ahora, en enero, han llegado tres derrotas seguidas que hacen que toda la gente se ponga nerviosa, que toda la gente dude y que nosotros nos contagiemos", añadió.

"Hay que dejar enfriar las cosas y ser analíticos. Hoy la gente está cabreada y con razón. Al vestuario le he pedido mucha tranquilidad, mucha conciencia de lo que se está haciendo mal y recuperar el ritmo de juego, de victorias y puntos para que no se nos escape nuestro objetivo. Llegamos, pero ahora hay que mantenerse. Y no nos mantenemos y eso es preocupante", valoró.

El entrenador afirmó que tiene el respaldo del vestuario. "Entreno con ellos, hablo con ellos, nos miramos a la cara, a los ojos, en grupo y de manera individual y no he tenido roces. No he tenido ningún dato de que tal o cual jugador esté disconforme conmigo", apuntó.

"Cerezo no me dijo nada"

"Enrique Cerezo (presidente del club) estuvo en el vestuario al final del partido, saludó a todos y nos conminó a todos a seguir para adelante. Y no me dio ningún síntoma de que quisiera hablar conmigo (sobre su futuro)", añadió Aguirre, que dijo que lo primero es ocuparse en "detectar" en qué está "fallando" el equipo y "buscar soluciones".

Y agregó: "No hay espacios para los lamentos, para desgarrarnos las vestiduras. Estamos atravesando un momento muy complicado y lo peor que podemos hacer es meternos en esa ola de pesimismo, sino buscar hacia adelante las soluciones. Sentimos que aún no está todo perdido, aunque hemos dado dos pasos atrás terroríficos, en Liga y Copa. Pero hay que morir peleando".

También recordó que "no es la primera vez" que su equipo "sale a flote" tras varias derrotas seguidas. "Hemos dado dos pasos atrás que nos hacen dudar, nos molestan y nos irritan, pero a fin de cuentas recuperas el sentido común y dices: fue una muy mala semana. Seguramente entrenamos mal, preparamos mal los partidos y los jugadores no estuvieron a la altura de las circunstancias", dijo.

El técnico, además, señaló que la expulsión por roja directa del portugués Maniche le queda "lejos" de la jugada y que la sustitución del griego Giorgios Seitaridis en el descanso fue porque el lateral tenía "cargado el gemelo".