Mateo Alemany vuelve a la presidencia del Mallorca
- El nuevo presidente del Mallorca ya estuvo en el cargo de 2000 a 2005
- El máximo mandatario mallorquín tendrá plenos poderes en el club
El abogado mallorquín Mateo Alemany se ha convertido en nuevo presidente del Mallorca, un cargo que ejercerá con plenos poderes, según ha confirmado el club, cedidos por el propietario y su antecesor al frente de la entidad, Vicente Grande, y a propuesta de los administradores concursales.
Alemany, ex candidato a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol, ha aceptado dirigir el timón de un club, que ya presidió entre los años 2000 y 2005, después de que Grande aceptase todas sus condiciones.
El nuevo mandatario "rojillo" tendrá pleno poder de decisión en la entidad, es decir, ha obtenido por escrito el compromiso de Grande de renunciar al poder que le otorga el hecho de controlar el 93% del capital social del club, y también podrá nombrar a su propio equipo directivo.
Alemany ha convocado esta tarde una rueda de prensa para confirmar que sustituirá en el cargo de presidente a Joaquín García, nombrado el pasado mes de diciembre y cuyo mandato finalizaba el 29 de enero.
En ese contexto, ha declarado que intentará devolver al Mallorca la credibilidad que siempre tuvo en el fútbol español, sobre todo, entre su masa social, muy decepcionada por los últimos acontecimientos.
Ha anunciado, asimismo, que a partir de ahora "el Mallorca no está a la venta", y como él tiene la opción de compra si aparece algún interesado le remitiré al 31 de junio, ya que nuestro primer objetivo es estabilizar la institución", ha precisado.
Alemany también ha sido interrogado por su relación con Angel María Villar, y lo que puede suponer esa aparente enemistad para el futuro deportivo del club.
"No creo que eso influya para nada. Los árbitros (designados por la RFEF) pueden cometer errores, pero en ningún caso con el objetivo de perjudicar a nadie en especial. Reparten errores y aciertos a lo largo de una temporada", ha indicado.
Alemany inició su carrera en el Mallorca de la mano del ex presidente Miquel Contestí, que le nombró adjunto a la gerencia. Poco después, con Miguel Dalmau y el fallecido Antonio Asensio al frente de la entidad, desempeñó los cargos de gerente y persidente, respectivamente.
Su labor es recordada por los mallorquinistas, ya que el club alcanzó sus mayores éxitos deportivos durante su mandato, ya que disputó la Liga de Campeones y fue campeón de la Copa del Rey en 2003.