Enlaces accesibilidad

Logroñés, de Primera a Preferente en 12 años

  • El plante de los jugadores excluye al equipo de la Tercera División
  • Los riojanos jugaron por última vez en Primera en junio de 1997
  • En 12 temporadas han pasado de la Liga de las estrellas a Regional Preferente

Por
El Logroñés, al borde de la desaparición

Uno de los equipos históricos del fútbol español se mece sobre el oscuro abismo de la desaparición. El Logroñés escribió este fin de semana un nuevo capítulo en su historia de descensos de categoría motivados por impagos, certificando una década de incumplimientos, descréditos y errores.

Debido al conflicto laboral que el club riojano mantiene con la plantilla, los jugadores se negaron a jugar en el último partido disputado contra el Navarrete. Era el segundo plante de los logroñeses en lo que va de temporada lo que, según el reglamento, implica que el equipo sea excluido de la Liga en la que milita (el grupo XVI de la Tercera División) y le impide recuperar la categoría durante dos años.

Además, en la temporada que viene los logroñeses deberán jugar en Regional Preferente. Este nuevo descenso ejemplifica la historia de un club que ha pasado de situarse en Primera a estar más cerca que nunca de desaparecer.

El Logroñés ha arrastrado en esa dinámica a todo el fútbol riojano, que no ha conseguido fabricar una alternativa a este equipo y que parece incapaz de conseguir que la comunidad riojana tenga un equipo en las categorías profesionales.

Del Logroñés que Marcos Eguizábal mantuvo en Primera nada queda ya. Sarabia, Polster, Setién, Salenko, Manel e incluso Juande Ramos, el último que lo ascendió a Primera, son sólo recuerdos del pasado.

Descensos marcados por gestiones nefastas

En todo este tiempo, el Logroñés más o menos ha aguantado en lo deportivo, con plantillas modestas que militaban con dignidad en Segunda B o Tercera.

Pero lo que ha marcado la historia del club ha sido, sin duda, sus dirigentes, con el inicio desafortunado del empresario inmobiliario riojano Carlos Cutillas -a quien todavía se apunta como culpable de lo que ahora sucede- y la continuación siempre desafortunada de Julio Jiménez, Martín Berrocal, Juan Hortelano y Javier Sánchez, entre otros.

Todos han repetido los errores del anterior: no aportar el dinero suficiente para garantizar los proyectos del club y culpar a las instituciones políticas de Logroño y La Rioja de sus propios problemas.