La herida de los Balcanes, de nuevo en Melbourne

• El Abierto acoge un encuentro entre el croata Cilic y el serbio Tipsarevic
• Dos espectadores son expulsados del torneo por una pelea

Un aficionado croata y un espectador serbio asisten al partido entre Tipsarevic y Cilic

Han pasado ya más de trece años desde el final de la guerra entre croatas y serbios pero, desgraciadamente, las heridas de esa contienda siguen abiertas. El conflicto, enmarcado en un cruento proceso de desmembración de la antigua Yugoslavia, aún está vivo entre los ciudadanos de ambas colectividades.

En esta ocasión, el marco de las hostilidades entre las dos etnias se trasladó al Abierto de Australia, aprovechando el partido que enfrentaba al croata Marin Cilic contra el serbio Janko Tipsarevic. El de Belgrado consiguió llevarse la victoria por 6-2, 6-3, 4-6 y 6-3, pero los enfrentamientos entre ambas hinchadas dejaron un regusto amargo de derrota.

Tras el partido, los insultos en el campo terminaron en pelea. Dos espectadores tuvieron que ser expulsados del Abierto después de protagonizar un altercado.

La pelea ocurrió en una de las terrazas del recinto de Melbourne que alberga los partidos. La policía acudió rápidamente al lugar para zanjar el incidente y actuó con severidad, expulsando a los dos aficionados.

Tipsarevic reconoció que durante el encuentro tanto los aficionados de su país como los croatas "tuvieron una actitud incorrecta con cánticos que no tienen nada que ver con el tenis, pero sí con la historia entre unos y otros".

• Los altercados se repiten en Australia

No en vano, en 2007, hubo también problemas con aficionados entre un grupo de unos 150 seguidores de ambos países después de proferirse cánticos de  provocación.

Por desgracia, el conflicto serbio-croata no es el único que se ha trasladado a Australia en la historia reciente del torneo. El año pasado las autoridades tuvieron que usar  sprays con pimienta para reducir a un grupo de aficionados griegos  durante el partido entre el chileno Fernando González y el heleno  Konstantinos Economidis.