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Asoma la nueva generación del atletismo español

  • Los campeonatos de España certifican que el relevo del atletismo español está en marcha
  • El lanzador Manuel Martínez ha sido destronado por Borja Vivas después de 16 años
  • Alberto Gavaldá se consagra como campeón de España absoluto en 200 metros
  • Faltaron a la cita los dos mejores atletas españoles del 2008, Domínguez e Higuero

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Borja Vivas (c), campeón de España de Peso en pista cubierta, junto a Manuel Martínez (i) y Om Prakash (d).
Borja Vivas (c), campeón de España de Peso en pista cubierta, junto a Manuel Martínez (i) y Om Prakash (d).

El atletismo español buscaba en Sevilla savia nueva para rejuvenecer el árbol de su selección con miras a los inminentes Europeos de Turín y la ha encontrado a medias ante la resistencia que ofrecieron algunos consagrados.

El previsible relevo se produjo inexorablemente en el lanzamiento de peso. El capitán español, Manuel Martínez, fue destronado por el malagueño Borja Vivas después de 16 años de títulos ininterrumpidos, aunque el leonés llegó a ponerle muy nervioso con un primer tiro de 19,28 metros. Martínez había dedicado varios meses a grabar como protagonista la película "Estigmas" y, en plena fase de volumen, no ha tenido tiempo de afinar en sus entrenamientos. En Turín, donde tiene que estar, de todas formas, para asistir a la reunión de la Comisión de Atletas de la Asociación Europea, confía en lanzar más de 20 metros "aunque sin posibilidades de medalla", aclara.

Pero el mejor exponente del cambio ha sido Alberto Gavaldá, de 16 años. El zaragozano no sólo batió el récord de España juvenil y júnior de 200 metros con 21.37, sino que a tan temprana edad se ha consagrado campeón de España absoluto en una de las pruebas más deprimidas del atletismo español.

Cuando la Federación Española anuncie, el jueves próximo, el equipo de entre 30 y 35 atletas para los Europeos en pista cubierta de Turín, en la lista habrá novedades. No hay marcas mínimas para competir en los campeonatos continentales bajo techo, pero los criterios de selección permanecen inamovibles y la victoria en los nacionales son una fórmula muy sólida para acceder al equipo.

Consagración de Marco

El sevillano Luis Alberto Marco no es nuevo en el 800. El año anterior ya había sido campeón de España e incluso estuvo cerca de la medalla en los últimos Europeos, pero en el pabellón San Pablo se ha consagrado batiendo a su paisano Manuel Olmedo, cuya preparación va este año con retraso debido a un problema de rodilla.

Había expectación en el concurso de altura por ver si el castellano-manchego Javier Bermejo, seis veces campeón, era capaz de resistir el ataque de la estrella emergente, Miguel Angel Sancho, que venía de elevar el récord de España júnior a 2,27, pero la enfermedad de éste redujo la intensidad del duelo. Bermejo venció a un mermado Sancho con una marca de 2,24.

Tampoco se pudo ver en Sevilla al joven saltador de longitud Eusebio Cáceres. Una pequeña lesión en un incidente casero privó a los aficionados de su presencia en los campeonatos de España, de modo que José Antonio Expósito no tuvo ningún problema para ganar con 7,71, doce centímetros por debajo del registro ganador de Luis Felipe Meliz el pasado año.

Faltaron a la fiesta sevillana los dos mejores atletas españoles del 2008, Marta Domínguez y Juan Carlos Higuero, que sólo piensan en los Mundiales de agosto en Berlín, y también figuras clásicas del atletismo español como Carlota Castrejana (retirada), Concha Montaner (embarazada) y Mayte Martínez (lesionada).

Los atletas consagrados resisten

Entre quienes se resistieron a entregar el testigo se cuenta Arturo Casado, que consiguió su segundo título de 1.500 encabezando el grupo desde la salida hasta la meta. Cuando el burgalés Diego Ruiz, que llegaba con la mejor marca (3:36.42) intentó un par de veces ponerse al frente, recurrió a su masa corporal para contenerlo. La reclamación de la Federación Castellano-leonesa no prosperó ante el Jurado de Apelación.

Tampoco fallaron las dos mamás de moda. Natalia Rodríguez, sexta en los Juegos de Pekín, cerró un paréntesis de dos años para recuperar el título de 1.500, que ya ganó en 2004, con una carrera siempre en cabeza, como la de Casado; y Nuria Fernández, autora del mejor registro mundial del año en 1.500 (4:01.77), ganó la final de 3.000 con media pista de ventaja.

Los 45 campeonatos de España ofrecieron la impresión de que algo se mueve en el aparentemente estancado panorama del atletismo español. Los Europeos de Turín, del 6 al 8 de marzo, serán la prueba de fuego para constatar que realmente hay banquillo.