Charles Barkley irá a la cárcel

• El ex jugador de baloncesto se ha declarado culpable de conducir borracho
• Será encarcelado y tendrá que inscribirse en un programa para alcohólicos anónimos
• Actualmente, trabaja como comentarista de la cadena de televisión TNT

Charley Barkley, se ha declarado culpable de conducir bajo los efectos del alcohol y tendrá que ir varios días a la cárcel, de acuerdo a lo que muestran los informes legales del caso.

Barkley, que trabaja como comentarista de la cadena de televisión TNT, hace frente a dos cargos de conducir bajo los efectos del alcohol después de ser arrestado por la policía la madrugada del pasado Año Nuevo, en Scottdale (Arizona) y también de saltarse una señal de "stop".

La información fue ofrecida por la radio local KTAR que tuvo acceso al expediente legal de Barkley. El ex jugador de los Sixers de Filadelfia, Suns de Phoenix y Rockets de Houston, tendrá que pasar cinco días en la cárcel, inscribirse en un programa para alcohólicos anónimos y será multado con más de 2.000 dólares.

Bajo la ley del estado de Arizona, Barkley también tendrá que llevar colocado un dispositivo en su automóvil, que será accionado cada vez que encienda el motor. Barkley tendrá que comenzar a cumplir con la sentencia a partir del próximo 21 de marzo.

El miembro del Salón de la Fama, antes de volver el pasado jueves a su función de comentarista en TNT, que abandonó por algo más de un mes, admitió en declaraciones hechas al propio programa en el que trabaja que estaba preparado para declararse culpable e ir a la cárcel, a la vez que pidió de nuevo perdón.

Barkley, de 45 años, tenía el 1,49 por ciento de alcohol en sangre cuando fue detenido por la policía, muy superior al 0,8 por ciento que establece la ley en Arizona.

"Pienso que es inaceptable ser detenido por conducir en estado de embriaguez", declaró Barkley. "Eso no puede suceder y tengo que advertírselo a otras personas, no celebrarlo o hacer chistes".

Barkley dijo también que había que pensarse muy seriamente el ponerse detrás de un volante cuando se hubiese tomado más que una copa de vino o una cerveza.