El Tau ganó a tirones a un digno Cajasol
- El Cajasol, un digno rival ante el Tau
El líder TAU ganó a tirones al colista, el Cajasol, un equipo que mostró mejoría, perdió dignamente y obligó al conjunto vitoriano a no bajar la guardia hasta el final.
El TAU impuso su mayor intensidad desde el principio, lo que propició canastas fáciles de los locales. El Casajol atacaba lento, con tiros desde fuera y pocas ganas de luchar en la pintura. Enseguida cambió Pedro Martínez de base y salió Rivero en busca de un mayor ritmo.
El nuevo, Tucker, y Savanovic, a base de triples, mantenían en el partido al equipo sevillano. Los locales se durmieron un poco y el Cajasol se puso a uno, pero otra reacción del TAU dejó al final del primer cuarto un 27-18 en el marcador. Es decir, promedio de más de cien para el demoledor ataque del TAU, donde destacaba, cómo no, Rakocevic, con catorce puntos en un cuarto.
El segundo cuarto empezó relajado, con intercambio de canastas. Entonces salieron los suplentes locales, un quinteto más defensivo, porque ya se sabe que a Ivanovic no le gusta nada la indolencia. Los sevillanos, gracias a una defensa en zona y a que comenzaron a luchar con intensidad por los rebotes, llegaron a ponerse de nuevo a dos.
Otro tirón de los locales les llevó once arriba. El Cajasol luchaba dignamente, pero es muy complicado parar tanto recurso ofensivo. Por ejemplo, Teletovic metió catorce puntos en once minutos. Al descanso, 53-39. El mejor de los visitantes, el debutante Tucker, con trece puntos antes del intermedio, aunque luego desapareció.
A la vuelta del vestuario los dos equipos salieron concentrados. El partido discurría cómodo para el TAU, con ventajas entre diez y quince puntos, pero el Cajasol no volvía la cara. De hecho, aprovechó que el TAU se dejó llevar y ganó el parcial del tercer cuarto, que acabó 72-63.
Comenzó el último cuarto con los sevillanos a menos de diez de los locales. El TAU había permitido al Cajasol creer en sus posibilidades. Miso hacía daño con sus triples y llegó a poner a su equipo a siete.
Podía haber partido, pero los locales se pusieron el mono de trabajo y, sin un gran juego, consiguieron llegar hasta el final sin apuros, con Splitter dominante.