Enlaces accesibilidad
Ademar Léon 30-32 MKB Veszprem

Peric amargó el sueño de Reale Ademar en la Liga de Campeones

  • El conjunto leonés se queda sin opciones de pasar a cuartos de la Liga de Campeones

Por
ADEMAR LEÓN-VESZPREM
Mikel Aguirrezabalaga intenta eludir la defensa de dos rivales del MKB Vezsprem

El MKB Veszprem logró el liderato del grupo 3, y su clasificación para cuartos, enterrando de paso las opciones del equipo leonés, que disputará el próximo domingo el último encuentro ante el Flensburg alemán ya sin opciones de haber logrado su primera clasificación para dicha fase de la Liga de Campeones.

El Reale Ademar rozó lo imposible, llegando a igualar a 30 goles un encuentro que perdía por diferencias de hasta siete tantos. Pero en los momentos decisivos volvió a sentenciar Peric, el sempiterno mal sueño que persigue a los leoneses.

Salvo el 1-0 inicial y un posterior 4-3 antes de cumplirse el minuto 8, el Reale Ademar siempre fue a remolque de un MKB Veszprem que tenía bien aprendida la lección para cerrar de manera contundente con su 6-0 defensivo a un equipo local que, una y otra vez, se estrellaba contra el veterano guardameta serbio Dejan Peric.

El serbio, convertido siempre en pesadilla ademarista con sus diferentes equipos, Celje o FC Barcelona, primero empequeñeció la portería a la estrella local, el extremo Martin Stranovsky, y después hizo lo propio sacando lanzamientos inverosímiles hasta firmar más de un 50% de acierto en la primera mitad.

Si primero fue Marko Vujin el que martilleó con sus lanzamientos, después le secundó el verdugo leonés en Hungría, Eklemovic y el fornido pivote Gal, antes de que el propio Vujin campara a su antojo por la cancha sin una mísera defensa mixta que le complicara la existencia.

Así, las diferencias se fueron a los tres y cuatro goles, aunque aún el Ademar llegaría a igualar a diez a falta de los mismos minutos para el descanso; pero entonces llegaría el bache que acabó enterrando las opciones con un parcial de 0-4 al final del primer periodo.

En la segunda mitad, los húngaros con las ideas muy claras en ataque, rompiendo una y otra vez la endeble defensa ademarista, llegaron a escaparse por hasta siete goles de diferencia mediado el periodo (19-26), en plena fase de desconcierto local donde las múltiples soluciones no surtían efecto.

Cuando todo parecía perdido, las acciones al contragolpe -único recurso- de Stranovsky y, sobre todo, de Krivoschlykov, hicieron soñar con el milagro de la remontada, más si cabe cuando se produjo la igualada después de muchos minutos y a menos de cuatro minutos para la conclusión (29-29), con el tanto del propio extremo ruso.

En esos instantes el partido volvió a romperse, en este caso por las exclusiones y porque volvió a aparecer Peric en la portería, junto al extremo Ivancsik que con dos últimos goles -los únicos en su cuenta- condujeron al definitivo 30-32.