Lección de juego del Barça y a cuartos
- Los de 'Pep' no tienen piedad con el Olympique de Lyon (5-2)
- Henry, Messi, Eto'o, Xavi, Iniesta; todos han jugado a la perfección
- El Olympique se ha dedicado a repartir patadas sin ningún complejo
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El Barcelona ya está en el bombo de los cuartos de final, tras deshacerse del Olympique de Lyon desplegando un fútbol magistral (5-2). Los de 'Pep' han demostrado ante los franceses que el 'bache' está más que superado.
La primera parte del Barça puede calificarse como de fútbol total. Los azulgranas no han tenido piedad de los franceses, que sólo han seguido en el partido gracias a las patadas y a las perdidas de balón de los catalanes en la segunda mitad.
'Pep' puede irse a casa tranquilo, después de comprobar que su equipo vuelve a funcionar, con Xavi e Iniesta como los directores de la orquesta. La noche ha sido perfecta, todos lo jugadores del Barça han funcionado; Eto'o ya avisaba de que marcaría y así lo hizo. También se vio la mejor versión de Henry y por supuesto, las diabluras de Messi.
Desde que pitó el árbitro hasta que el Barça calentó el motor de la apisonadora azulgrana, pasaron ocho minutos. A partir de entonces la primera parte fue una demostración del mejor fútbol del mundo.
Los franceses sólo sabían perseguir sombras por el campo. Con Iniesta y Xavi como directores de orquesta, el fútbol del Barça se convirtió en excelente, sin ningún pero.
El Barcelona mareaba a los jugadores del olympique sin piedad. El gol se olía y llegó de los pies de la mejor versión de Henry. Márquez le puso un balón en largo que pilló desprevenida a la defensa gala, el francés se quedó mano a mano con Lloris, al que batió por bajo.
Sin apenas tiempo para digerir el primer gol, Henry vuelve a batir al portero galo, con un gran pase de Xavi. En este punto del partido, el Olympique sólo podía resignarse y ver como el Barça abusaba de ellos.
No hay dos sin tres, debió pensar Messi, que se sacó un conejo de la chistera para marcharse de tres defensores apoyarse en Eto'o y batir a Lloris.
Con 3-0, cualquier otro equipo hubiese bajado el ritmo, pero los de 'Pep' tenían hambre de fútbol y la función seguía, con el Olympique de espectador de lujo.
Jounhino ante la desesperación, dejó de un lado su calidad para liarse a repartir patadas a todo lo que se movía cerca de él. Una patada muy fea a Iniesta le supuso la tarjeta amarilla, que bien podría haber sido roja por la reincidencia del brasileño.
Eto¿o no quería ser menos que el resto de sus compañeros y tras un intento fallido, Henry le dio un balón, que el camerunés no desaprovecho para redondear la primera parte.
Domenech desde la grada debía estar pensando en nacionalizar a Xavi e Iniesta para llevárselos convocados con la selección francesa. Faltaba menos de un minuto para el final y los franceses marcaron en un córner que remató de cabeza Makoun, en un despiste defensivo de los azulgranas.
El Olympique se dedica a pegar patadas
El Olympique salió desde el comienzo de la segunda mitad decidido a parar al Barça de cualquier forma. Apenas había pasado un minuto desde la reanudación, cuando un balón que dejó pasar Benzema, con toda la intención del mundo, para que Juninho marcase el segundo para los franceses.
El partido volvía a estar vivo, los galos se dedicaron a repartir patadas para detener el juego azulgrana. Las ocasiones por las dos partes continuaban.
Los franceses estaban vivos, pero el Barça continuó a lo suyo, a pesar de las múltiples faltas de Makoun y Juninho, que no se cansaban de machacar las piernas de Iniesta.
Tras unos minutos de locura en el juego, Xavi e Iniesta volvieron a dirigir la orquesta del Barça, marcaban perfectamente los tiempos del juego azulgrana, una sinfonía bien afinada, que sólo se veía interrumpida por el juego sucio de los galos.
El final del partido llegó como empezó, con el Barcelona jugando como nunca y los franceses peleados hasta con ellos mismos. Juninho terminó expulsado en los compases finales por no haber sabido aceptar la superioridad del contrario. Todavía quedó tiempo para que Xavi le diese un pase de los suyos a Keita, para que redondease la noche con el quinto gol.