Álvaro Bautista, la inspiración hecha talento

Es subcampeón del mundo de 250cc de 2008, con cuatro victorias en su haber, después de protagonizar una enconada lucha por el título con Marco Simoncelli. Tras la marcha de Jorge Lorenzo a MotoGP, Bautista era el favorito para obtener el título. Pero 'Superpippo' realizó la temporada de su vida y le birló la gloria.

Aún así, lo de estar en primera fila le viene a Bautista de muy atrás, de cuando era niño. El pequeño Álvaro, un niño regordete y estudiante aplicado donde los haya, gustaba de sentarse siempre en los primeros pupitres, para no perderse detalle. Tanta cercanía con los profesores hizo que éstos lo conocieran muy bien. Una de su maestras asegura que era un niño muy dulce. En el Mundial de motociclismo, su habitual rostro risueño confirma que esa percepción de su antigua profesora sigue estando vigente.

A pesar de su juventud ya es toda una personalidad en el mundo del deporte. Y con todos los honores. Es 'Hijo predilecto de Talavera de la Reina', junto al poeta Joaquín Benito de Lucas y a la actriz estadounidense Gwyneth Paltrow. En 2006, después de obtener su primer título mundial en 125cc, obtuvo el galardón de 'Deportista Revelación'. Hoy en día todos reconocen su tremendo talento a lomos de una moto. Pero Álvaro Bautista no lo ha tenido nada fácil hasta llegar donde está.

Para empezar, su madre no quería que su pequeño se subiera a una moto. Ya se sabe, las madres siempre son unas grandes sufridoras. Pero la determinación de Álvaro y de su padre, que veía en él unas tremedas aptitudes para pilotar, se tradujo en salidas a escondidas para practicar y competir.

El primer escalón fueron las minimotos. Bautista solía rodar en un helipuerto de Talavera, un pequeño trozo de asfalto donde comenzó a soñar con gestas futuras. Sus virtudes ya se dejaban entrever: disciplina, tesón, rigurosidad, concentración... Así que el siguiente paso fue meterse en el CEV. Y aquí la historia estuvo a punto de truncarse. El dinero escaseaba y con recursos económicos limitados y unas motos nada competitivas impidieron que Bautista mostrara todo su potencial.

En 2005 deambuló por su temporada más gris, con un equipo que le prometió una moto competitiva pero con el que no se sintió a gusto. Descontento con su situación, había llegado el momento de intentar cambiar de aires. Llamó a muchas puertas. Y el único que le escuchó fue Jorge Martínez Aspar, que ya se había fijado en él. Con los equipos ya cerrados, Aspar le hizo un hueco en su estructura. Lo contrató con una ficha baja pero con primas muy altas por las victorias. "Me salió muy caro este chico", bromeó al cabo de un tiempo Aspar. Bautista era un diamante que se puliría jornada tras jornada hasta convertirse en campeón.

Un club de fans muy amplio

Su personalidad ha cautivado a muchos. Álvaro posee uno de los clubs de fans más numerosos del Mundial. Amante de los detalles, a Bautista le gusta caminar a pie todos los circuitos para averiguar sus secretos más recónditos. Para el resto del mundo, no es ningún secreto que el talento como piloto de Bautista aún no ha tocado techo. MotoGP le está esperando ya con los brazos abiertos en 2010.

<<Más pilotos>>