El Halcón Avenida no puede con un gran Spartak
- Las salamantinas han sucumbido ante el gran juego de las rusas (70-85)
- El Spartak de Moscú se ha proclamado campeón de la Euroliga femenina
- Las rusas consiguen por tercer año consecutivo coronarse como reinas de Europa
Halcón Avenida de Salamanca no ha podido conseguir la victoria en la final de la Euroliga femenina de baloncesto ante el Spartak de Moscú, que se impuso por 85-70 jugando como local pese a que el encuentro se disputó en la capital charra.
Las salmantinas lo dieron todo sobre la cancha pero nada pudieron hacer frente a un conjunto ruso con jugadoras de gran calidad como Taurasi, Bir o Jackson que están entre las mejores del mundo.
En los primeros minutos el Halcón Avenida salió decidido a jugar sus bazas ante el potencial del Spartak de Moscú y durante los diez primeros minutos el equipo salmantino pudo controlar a las rusas.
Pero la calidad del equipo moscovita quedó patente desde el principio y sus ataques eran cortos y efectivos, y casi siempre culminados por Diana Taurasi que en estos 10 minutos consiguió 13 de los 22 puntos de su equipo.
Durante la segunda manga comenzó a funcionar la apisonadora rusa, sobre todo en defensa, mientras que en ataque se mostraban intratables, lo que provocó un parcial de 10-2 en los primeros minutos que sirvió para empezar a poner tierra de por medio.
Al descanso el equipo ruso ya ganaba por 12 puntos (46-34) lo que suponía la mayor renta hasta ese momento y demostraba porqué está considerado como uno de los mejores conjuntos del mundo.
El Spartak también fue superior al Avenida durante el tercer cuarto y eso que el equipo salmantino le puso toda la intensidad posible al juego.
A falta de poco más de 2 minutos para el final el equipo ruso ganaba por 64-46 en lo que hasta ese momento era la mayor diferencia cosechada durante el encuentro.
En la última manga del encuentro Avenida trató de explotar sus escasas posibilidades, pero el Spartak no perdonó y en apenas 4 minutos volvió a poner tierra de por medio hasta alcanzar una máxima diferencia de 21 puntos, que a tenor del juego, se antojaba ya definitiva.
Por otra parte, en la final de consolación, el Ekaterimburgo se impuso con gran claridad al Sopron húngaro por 80-56 en un partido en el que llegó a ir ganando por una diferencia de 30 puntos.