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El Madrid se come al CAI Zaragoza

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Kennedy Winston y Paolo Quinteros persiguen el balón en la cancha del Palacio de Vistalegre.
Kennedy Winston y Paolo Quinteros persiguen el balón en la cancha del Palacio de Vistalegre.

El Real Madrid ha recuperado las sensaciones positivas tras su eliminación el pasado jueves de la Euroliga y venció (96-66) con autoridad al CAI Zaragoza en un encuentro en el que Felipe Reyes volvió a ser el termómetro del juego blanco con 21 puntos y siete rebotes en tan sólo 21 minutos de juego.

Los blancos, que además venían de caer en la pasada jornada en cancha del Kalise Gran Canaria, no podían permitirse un nuevo despiste en aras de seguir la estela del Unicaja Málaga en el tercer puesto de la clasificación de la ACB.

El partido comenzó con un emotivo acto en el que Alberto Angulo, entrenador del CAI, fue ovacionado por el público blanco junto a su amigo y ex compañero Alberto Herreros. El escolta maño permaneció cinco temporadas en el equipo blanco y fue 'MVP' del título blanco en 2000.

Una vez cumplido el protocolo, Felipe Reyes se dedicó a recordar que él es hoy historia viva del equipo blanco, siendo el guía de un parcial de 10-0 de los blancos durante el primer cuarto para asentar una cómoda ventaja de dos cifras.

Plaza decidió dosificar al cordobés para dar paso a la batería de estadounidenses con un Winston (ocho puntos), muy espectacular pero poco acertado. El veterano Darren Phillip (15 puntos) aprovechó sus tablas para encabezar la reacción del CAI, que llegó a estar a menos de cinco puntos mediado el segundo cuarto.

La defensa local aumentó su intensidad en los últimos minutos del periodo y el poco acierto exterior de Green (cuatro puntos) y Quinteros (cinco puntos) sepultó la acometida maña al descanso (45-33).

La segunda mitad empezó de nuevo con Reyes como un ciclón. El pívot no solamente anotaba, sino que limitaba la presencia de los jugadores interiores zaragozanos, Woods y Garcés, a causa de sus numerosas faltas personales. Así las cosas, el andaluz volvía a encabezar un parcial, esta vez insalvable, de 13-2 en el tercer cuarto.

El partido se convirtió entonces en un correcalles con el equipo de Plaza asentado en una ventaja superior a los 20 puntos. Los americanos disfrutaron de su oportunidad para jugar a hacer 'alley-hoops' en el último cuarto y poner una nota dulce en un Vistalegre que todavía no se ha recuperado de la decepción del jueves ante el Olympiakos.