El Real Madrid y el día de la marmota

• Un gol de Higuaín mantiene a los blancos, que vuelven a un perfil de previsible eficacia

Higuaín ha marcado cinco de sus quince goles de esta temporada al Málaga.

Nada nuevo bajo el sol, el Real Madrid sigue fiel a sí mismo. En un partido sin mucho brillo, vuelve a ganar gracias a su mayor cualidad: sacar el mayor rendimiento de las ocasiones que genera. Aunque en esta ocasión el autor del gol no fue Huntelaar, delantero en racha con sus diez goles en los dos últimos meses, sino el estajanovista Higuaín, que desatascó con una gran jugada personal un partido de mínimos [Todos los datos del encuentro]

Invertida la situación de otras jornadas, el Madrid jugaba con la presión de saber qué había hecho su perseguido, el Barça, minutos antes. Y había hecho más o menos lo mismo, garantizar los tres puntos con un gol y a otra cosa, salvando las distancias, que son aún mayores que los seis puntos que les separan en la tabla, porque el conservadurismo de los culés se justifica con el duelo de Champions del próximo miércoles.

Juande cumplió con lo esperado. Se inoculó contra el 'virus FIFA', que le había dejado sin extremos y sin Lass, moviendo banquillo con Van der Vaart, Sneijder por el centro y Torres y Metzelder como novedades para cubrir las ausencias de Heinze y Cannavaro. Guti fue condenado de nuevo al ostracismo de ver el partido hollando la banda sin llegar a saltar.

El Málaga se mostró menos brillante que en semanas anteriores,  pero más activo que en el 6-0 que le endosase el FC Barcelona en la pasada jornada y suma una derrota que entra dentro de lo esperado en  esta temporada histórica de los andaluces, que no pudieron con la racha del Madrid, que sigue sin perder tras un parón liguero.

La primera parte fue poco vistosa, invisible casi, con el Málaga tirando a puerta sin inquietar a Casillas y con el Madrid encomendado a los tiros lejanos, un par, de Higuaín y Sneijder. Huntelaar apenas rascó bola y, sin materia prima, es decir, sin balón, no produce prácticamente nada. Con balón o sin él, Van der Vaart tampoco hizo méritos para seguir arrebatando la titularidad a Guti.

Higuaín se lo guisa y se lo come

Pero al Madrid tampoco le hace falta generar juego desde el medio del campo. Basta con que el rival no inquiete demasiado para que el guión se vaya cumpliendo, como un destino inexorable, al ritmo en que se deshojan los minutos.

Así fue cómo al poco de empezar la segunda parte, Higuaín se inventó una carrera desde su propio campo sorteando a todos sus rivales, pleno de potencia y velocidad para rematar con puntería y conseguir su decimoquinto gol en Liga -la tercera parte se los ha marcado al Málaga-, el que pone fin a su sequía personal y permitía a Juande frotarse las manos.

Tuvo el argentino más oportunidades, prácticamente todas las de su equipo, pero tras el gol no hubo más historia. El Madrid intentó abultar la nómina a base de contraataques y de renunciar al control del balón, dio minutos a Javi García -que reemplazó a Huntelaar- a Parejo y a Drenthe para desoxidarlos y engordar su autoestima, y confió en las manos de Casillas y la defensa el resto de las incidencias.

Lo intentó sin éxito el Málaga poniendo más mordiente en ataque, y acabó atrapado en las redes del Madrid. Queda a la espera en sus aspiraciones UEFA de lo que  hagan esta jornada Valencia y Atlético de Madrid, pero con los deberes de la salvación muy cerca.

El Madrid engancha una serie de seis partidos seguidos ganando fuera de su estadio, lo que no está nada mal para mantener el ritmo de persecución. Persisten los seis puntos de diferencia, con una jornada menos en el ábaco de Juande Ramos. El Madrid esperará siete días hasta su próximo partido aguardando a que el cansancio haga mella en la rutina azulgrana para escapar del mito de Sísifo en el que se halla inmerso.