El Liverpool tropieza con la misma piedra
- Partido de ida y vuelta, que no se decidió hasta los minutos finales
- Un fallo de Reina dio alas a los de Hiddink
- Todos los datos del partido
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El Chelsea vuelve a robarle al Liverpool un puesto de honor entre los grandes de la Liga de Campeones. Igual que el año pasado -entonces con Avram Grant de sustituto de Mourinho-, otro recién llegado, Hiddink (por Scolari), le ha ganado la partida a Benítez en una eliminatoria emocionante. 4-4 en Stmaford Bridge tras un partido loco y 7-5 en el global para los londinenses
Salió en tromba el conjunto visitante con la obligación de remontar el 1-3 de la ida, y la apuesta tuvo su fruto a la media hora, cuando ya mandaba por 0-2 en el marcador. Los 'reds' sacaron petróleo de dos saques de falta, uno de auténtico pícaro de Fabio Aurelio, sorprendiendo a un Cech mal colocado que esperaba el pase y no el tiro directo; en el siguiente, Ivanovic agarró a Xabi Alonso. Penalty que se encargó de transformar el donostiarra.
Con el electrónico anunciando serios problemas, pareció despertar el conjunto local, que empezó a apretar a su rival llevando bastante peligro también a balón parado. Salió Anelka por Kalou para llevar más pólvora al ataque del Chelsea, pero el peligro no llegaría hasta la reanudación.
Fue, paradójicamente, Pepe Reina el encargado de dar vida a los 'blues' cuando falló al tratar de retener un centro-chut de Drogba y lo metió en su propia red. El partido volvía a estar vivo, pero el Liverpool continuaba teniendo el mando.
Tuvo que ser a balón parado cuando empezaron a esfumarse las esperanzas de los de Benítez. Un magistral saque de falta del central Alex, que la puso en la escuadra derecha de Reina, llevó el delirio a la grada de Stamford Bridge, que minutos antes despidió a los suyos con abucheos al descanso.
Faltaban aún 40 minutos, muchos en un partido típico del fútbol inglés, con ocasiones de ida y vuelta y emoción hasta el final, pero poco fútbol de toque. Las ocasiones llegaban más con centros largos, faltas y contragolpes.
En uno de éstos, Drogba dejó -por enésima vez- la marca de Carragher y puso el pase de la muerte a Lampard. ¿Fin del partido? Por supuesto, que no. Con el 3-2 no se rindió el Liverpool y Benítez cargó sus cañones con Riera, N'Gog y Babel.
En una de las llegadas de los 'reds' Leyva tiró desde fuera del área y el balón tropezó en Essien, que se la desvió a Cech. Empate y todavía diez minutos por delante.
Entonces llegó la internada por la izquierda de Riera, el mejor de los españoles junto a Xabi Alonso, ya que Torres estuvo muy desdibujado durante todo el partido. El mallorquín se la puso a Kuyt, quien cabeceó para poner el 3-4 y dar esperanzas a los aficionados desplazados a Stamford Bridge.
El final aún no estaba escrito, pero no iba a ser el Liverpool el que pusiera la rúbrica, sino el capitán del Chelsea, Frank Lampard, quien rematara a la red un centro de Anelka. Haciendo honor a la emoción de todo el partido, el balón dio en los dos palos antes de colarse y llevar la tranquilidad a los hinchas londinenses.
Ahí sí se acabó el partido. Fin de la mejor eliminatoria hasta el momento, la más emocionante. Se repite la historia para el Liverpool y se repite el duelo Chelsea - Barça, esta vez en semifinales, con olor a revancha.