El Manchester se juega los cuartos en Oporto

• Ferdinand y Barbatov son serias dudas para el encuentro
• Do Dragao prevée un lleno total equiparado al partido ante el Deportivo en 2004

Gary Neville del Manchester United reacciona tras el gol del Oporto.

El vigente campeón de la Liga de Campeones, el Manchester United, buscará salvar con éxito una visita a Oporto 'enquistada' después de un partido de ida de cuartos de final en el que los portugueses pusieron contra las cuerdas a los ingleses, que salieron con vida (2-2) y deberán ahora, con las dudas del central Rio Ferdinand y el punta Dimitar Berbatov, dar la vuelta a una eliminatoria que llega con 'color' blanquiazul al 'infierno' de Do Dragao.

Y es que el estadio portugués vestirá sus mejores galas con un lleno hasta la bandera, tratando de elevar la mejor entrada de su historia registrada ante el Deportivo de La Coruña en la 2003-2004. La hinchada lusa ya demostró la semana pasada retirando 8.000 entradas en dos días que quiere ser el jugador número doce y de su mano volver a apear a los 'diablos rojos' como ya hicieron en 2004, año que terminaron levantando la copa.

Para ello, a los de Jesualdo Ferreira, que no pueden permitirse más errores puntuales de concentración en defensa y portería que lastren su vistoso y alegre juego ofensivo, les bastará con sacar un empate a menos de dos goles como ya hicieron ante el Atlético de Madrid en octavos, después precisamente de sacar identico resultado en la ida del Calderón que el cosechado hace una semana en Old Trafford.

En Manchester todas las miradas volverán a estar en un joven italiano de 17 años que, posiblemente, ni siquiera sea titular mañana: Federico Macheda. La afición inglesa sueña con que la efervescencia del ex del Lazio dure, al menos, un partido más y vuelva a ver puerta después de salir desde el banco ante el Aston Villa y el Sunderland para marcar sendos goles que bien pueden valer una Premier.

Pero, con el 'efecto Macheda' no le bastará a los de 'Sir' Alex Ferguson, que debe resolver la ecuación perfecta para dar con un once en el que Ferdinand y el búlgaro Berbatov son serias dudas con problemas en pubis y tobillo, además de solucionar la apatía mostrada por su equipo en la ida, con la única excepción de Wayne Rooney.