El GP de China se decidirá en los talleres

• Una vez más, los Brawn GP parten con ventaja por sus difusores
• El resto de escuderías no los tendrá listos hasta el GP de España
• Ferrari decide dejar en casa el KERS
• Alonso, descontento con la elección de neumáticos
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Los mecánicos de Brawn GP trabajan en el monoplaza del piloto británico de Fórmula Uno Jenson Button.

Llega el GP de China de Fórmula 1 y los Brawn GP vuelven a ser favoritos, más tranquilos después de que la FIA declarara legales sus polémicos difusores; la medida beneficia también a Toyota y Willimas, mientras que los 'grandes' deberán esperar hasta el GP de España por lo menos para poder disponer de los suyos.

El otro protagonista mecánico de la temporada el KERS, no estará instalado en los monoplazas de Ferrari, puesto que la escudería italiana a decidido dejarlos en Maranello hasta mejor ocasión.

El jefe del equipo italiano, Stefano Domenicali, reconoció que sufrieron problemas con el sistema de energía en el último Gran Premio en Sepang (Malasia) y aseguró que hasta que no garanticen su fiabilidad no lo volverán a poner en práctica.

"Tuvimos un problema con el KERS en el coche de Kimi Raikkonen y hemos decidido no usar el sistema este finde de semana, necesitamos entender qué ocurrió desde el punto de vista de la seguridad, si no podemos asegurar su viabilidad no correremos el riesgo de usarlo", valoró Domenicali.

Quienes sí parece que van a utilizarlo, aunque no las tengan todas consigo, son los de Renault, aunque la principal preocupación de Alonso es la elección de neumáticos: "Normalmente sucede como en Australia, que el neumático que es ideal, que es el blando, se queda en casa y traemos el medio y el súper blando y los dos son un desastre, uno porque es demasiado duro y no se calienta y el otro porque no dura ni una curva".

Alonso, quinto en el campeonato y el primer clasificado de los pilotos que no cuenta en su coche con los difusores 'mágicos', aunque es consciente de la dificultad de estar todavía a la altura de BrawnGP y Toyota, aspira a conseguir en China una victoria que ya logró en 2005, con su primer título ya en el bolsillo.

Dos segundas plazas y el cuarto puesto del año pasado en las campañas sucesivas son los números del asturiano en este trazado, al que, en esta ocasión, llega como el piloto en activo con más victorias -con 21- y avalado por las siete carreras consecutivas en las que ha conseguido puntuar, racha que vio cortada en Malasia, hace poco menos de quince días.

McLaren busca la reacción

Los dos equipos que más presión tendrán en esta cita son Ferrari y McLaren-Mercedes, a quienes tras un nefasto comienzo de curso, ya no les valen las excusas y tienen la obligación de volver a copar las primeras plazas desde este mismo fin de semana. Y es que un solo punto, el conseguido por el británico Lewis Hamilton en Malasia, es toda la cosecha de los cuatro pilotos de ambas escuderías en las dos primeras carreras.

Precisamente, el vigente campeón del mundo, que todavía está a expensas de que la FIA tome una decisión sobre su mentira en Australia, fue el último piloto que se subió a lo más alto del podio en este circuito, en una victoria que le sirvió para dar un paso muy importante hacia su reciente título.