El Everton gana al Manchester United en los penaltis y jugará la final ante el Chelsea
- El portero Tim Howard, héroe de los de Liverpool
- La final será entre el Everton y el Chelsea el 30 de mayo
Dos lanzamientos de penaltis detenidos y un puñado de buenas acciones a lo largo de los 120 minutos de juego, metieron en la final, catorce años después, al Everton gracias al guardameta Tim Howard, convertido en héroe ante el Manchester United, club que tuvo que abandonar hace dos años debido al escaso protagonismo que le concedió Alex Ferguson.
El meta estadounidense, de treinta años, se convirtió en el verdugo de su ex equipo. En el que militó durante cuatro campañas y del que tuvo que emigrar tapado por el holandés Edwin Van der Sar.
Howard llevó al Everton a su decimotercera final de la Copa de Inglaterra. Desde 1995, cuando logró el último de sus cinco títulos, no disputa una final. Se medirá al Chelsea en una duelo inédito por la conquista de tan tradicional éxito.
El portero de New Jersey salió airoso de cada acometida del United, excesivamente precipitado en busca del gol. Alex Ferguson prescindió del luso Cristiano Ronaldo. Y no dio entrada a jugadores como el búlgaro Dimitar Berbatov, Paul Scholes o el francés Patrice Evra hasta que el duelo entraba en el tramo final.
Respondió con acierto a las acciones del argentino Carlos Tévez, del joven italiano Federico Macheda, premiado con la titularidad tras su decisiva aportación en los últimos encuentros, y del brasileño Anderson.
La apuesta no fue fructífera para Ferguson, que se dejó en Wembley la posibilidad de conquistar el triplete. Líder de la Premier y superviviente en la Liga de Campeones, se ha quedado a medio camino del éxito en los tres títulos más importantes.
Ya sólo el Chelsea y el Barcelona pueden aunar tanto botín en las competiciones importantes del Viejo Continente, lo que no se logra desde 1999, precisamente por el Manchester United.
El Everton, acuciado por las bajas, especialmente dolorido por la del español Mikel Arteta, que no podrá jugar siquiera la final, se dedicó a mantener el tipo y aprovechar su ocasión.
Llegó a los penaltis, cuando Howard disparó su protagonismo. Detuvo los de Berbatov y Rio Ferdinand, los dos primeros que ejecutó el United. Y eso dio alas al equipo de Liverpool hacia la final que se pierde el Manchester, ausente de esta cita desde que perdió la de 2007. Un título que se le resiste desde 2004.