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Nadal consigue el repóquer en el Godó

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"Es impensable todo lo que estoy ganando"

Rafa Nadal sigue demostrando su incontestable superioridad en tierra batida al proclamarse vencedeor del segundo torneo sobre esta superficie que disputa esta temporada, el torneo Conde de Godó, al ganar en la final a su compatriota David Ferrer en dos sets, por 6-2 y 7-5.

Con este, son cinco ediciones consecutivas del torneo barcelonés las que terminan con el número uno del mundo alzando los trece kilos de trofeo, al igual que hace siete días consiguió convertirse en pentacampeón consecutivo en el Masters 1000 de Montecarlo ante Novak Djokovic.

Es, además, la cuarta final que gana el mallorquín esta temporada, después del Abierto de Australia, Indian Wells y Montecarlo, el 35º título de su carrera, el 24º en tierra batida.

Qué decir del número uno cuando además juega en la superficie en la que no pierde una final desde Hamburgo en 2007 ante el que entonces era número uno de la ATP, el suizo Roger Federer. Sencillamente, y sin menospreciar el juego de un peleón Ferrer, fue un monólogo de Nadal, en especial en el primer set, en el que dispuso de bolas de rotura en todos los juegos.

En el segundo, Ferrer forzó la máquina y consiguió poner en dificultades al rival que le arrebató la final el año pasado. Pero el mallorquín, con un juego letal de derecha y revés, y con un físico que le llevaba a ser omnipresente en todos los rincones de la pista, consiguió la definitiva ruptura en el undécimo juego y decidió después con su saque.

"Estos resultados no son ni soñados"

Al término del encuentro y desde la misma pista, Nadal pidió "perdón" a Ferrer por el triunfo. Comentó que todo el mundo tiene un límite, aunque seguramente nadie conoce el suyo. "Estos resultados no son ni soñados", ha dicho, repitiendo las palabras del día anterior en rueda de prensa.

Mientras Ferrer, resignado, recordó que desde que tenía ocho años sigue este torneo e hizo un guiño al futuro, al felicitar a Nadal... por la final del año que viene.

En el horizonte del irreductible Nadal, el próximo Masters 1000 de Roma que comienza este mismo lunes, en busca de una victoria que el año pasado se le escapó al perder en segunda ronda ante Juan Carlos Ferrero aquejado de una lesión por ampollas.