El Dakar vuelve a Argentina y Chile
- Se inicia el día 1 de enero en Buenos Aires
- Los participantes recorrerán 8.600 km., 5.200 de ellos cronometrados
El rally Dakar volverá el año próximo a disputarse en Argentina y en Chile, con la travesía del desierto de Atacama como plato fuerte de una edición que hoy presentaron en París los organizadores.
Los participantes recorrerán 8.600 kilómetros, 5.200 de ellos cronometrados, entre el 1 y el 17 de enero próximos, con salida y llegada en Buenos Aires y con un recorrido inverso al de la pasada edición.
Será la segunda vez que el Dakar se disputen en Sudamérica, terreno elegido tras la imposibilidad de desarrollar el más prestigioso rally raid del mundo en África ante las amenazas terroristas que obligaron a suspender la edición de 2007.
Con esta segunda prueba, Argentina y Chile quieren celebrar el bicentenario de su independencia.
La carrera comenzará el día de Año Nuevo en Buenos Aires y la caravana de aventureros tomará rumbo al norte del país para disputar una serie de etapas en las que se espera que destaquen los especialistas en el terreno duro.
La travesía de Los Andes por el paso de San Francisco será la antesala de cinco etapas en la arena desértica del chileno Atacama, auténtico plato fuerte de la edición, que los organizadores esperan que recuerde lo más posible al Sahara mauritano.
Entre medias, la caravana tendrá derecho a una jornada de reposo en Antofagasta.
Un descanso necesario tras nueve días de competición y tras una estancia en desierto más árido del mundo que se hará casi sin kilómetros de enlace y con un punto álgido con la llegada a la septentrional Iquique.
Rumbo al sur
Superados esas dificultades, el rally pondrá rumbo al sur, hasta llegar a Santiago, desde donde dirigirá sus pasos de nuevo a la cordillera andina, que atravesará con dirección a San Juan para afrontar la última parte de su recorrido, de nuevo en Argentina.
Esa parte permitirá descubrir la diversidad de los relieves del Cono Sur y pondrá de nuevo a prueba la pericia de los pilotos, tanto en la conducción como en la navegación.
Sin olvidar que la resistencia de los conductores y de las máquinas comenzará a sufrir en la tercera semana de competición, sobre todo en dos larguísimas etapas entre San Juan y San Rafael y entre esta ciudad y Santa Rosa.
El camino habrá quedado entonces allanado para la llegada a Buenos Aires, que volverá a celebrar el ganador de la dura prueba como el año pasado hizo con el sudafricano Giniel De Villiers en coches y con el español Marc Coma en motos.
Al aliciente del recorrido, los organizadores esperan sumar otros relativos al reglamento. Los coches de gasolina verán aumentadas sus posibilidades con respecto a los diesel gracias a una mejora en la entrada de aire de los vehículos.
En dos ruedas, los organizadores comenzarán a limitar las motos de más de 450 centímetros cúbicos, que desaparecerán del Dakar definitivamente en 2011. Para la próxima edición, podrán competir pero con ciertas reservas y limitaciones.