Del Bosque premia a Pablo Hernández por su protagonismo en el final de temporada del Valencia
El jugador del Valencia Pablo Hernández, que ha sido convocado por Vicente Del Bosque para sustituir a Andrés Iniesta en la próxima Copa de Confederaciones, recibió, de esta forma, el premio a un gran final de temporada.
El castellonense, nacido el 11 de abril de 1985 en Castellón, nunca ha sido internacional, ni con la selección absoluta ni en las categorías inferiores. Se formó en las categorías inferiores del club de Mestalla, y tras su paso por el Valencia juvenil, fue cedido al Onda en Tercera División.
Tras el paso por ese equipo, Pablo Hernández disputó dos temporadas en el filial del Valencia, desde 2004 hasta 2006. En esta etapa fue cuando debutó con el conjunto 'ché', concretamente el 16 de mayo de 2006, en la derrota ante Osasuna por 2-1. Posteriormente fue cedido al Cádiz, en Segunda División, donde disputó 22 partidos y donde marcó cuatro goles.
De aquí se marchó cedido por el Valencia al Getafe dentro de la operación que trajo a Alexis Ruano a la capital del Turia, aunque el club de Mestalla se reservó una opción de compra que, tras la gran temporada de Pablo a las órdenes de Laudrup, hizo efectiva por un millón de euros. El interior fue titular en el gran año del 'Geta', que llegó a la final de Copa del Rey y a los cuartos de final de la Copa de la UEFA.
Sus inicios en la presente temporada no fueron fáciles. Empezó como titular en la banda derecha, pero pronto desapareció del once titular en detrimento de Joaquín. De la jornada 14 hasta la 26 sólo disputó un partido, ante el Mallorca, donde, además, fue sustituido en el descanso. En la primera parte de la temporada sólo destacó en un partido de Copa de la UEFA, ante el Rosenborg, donde marcó uno de los cuatro goles del Valencia.
Sin embargo, hay un punto de inflexión en la temporada de Pablo Hernández, el 14 de marzo, cuando salvó un punto para el Valencia al marcar un gol de vaselina ante el Recreativo de Huelva, y en la jornada siguiente, en Santander, cuando asistió a Mata para que el equipo de Unai Emery pusiese fin a seis jornadas sin ganar.
A partir de ahí se hace un hueco en el once valencianista y fue el nombre propio en partidos como ante el Barcelona, donde marcó el segundo gol del Valencia, o ante el Sevilla, donde sentenció el partido con el tercer tanto.