Ferrari y Renault, frente a la FIA
- Domenicali y Briatore escenifican la unión de los equipos
- El director de Renault amenaza con activar el "plan B"
Favio Briatore (Reanult) y Stefano Domenicali (Ferrari), además de John Howett (Toyota), han escenificado en el circuito de Estambul la unión que existe entre la mayoría de los equipos de la F1 contra las normas revolucionarias que pretende imponer la FIA para la próxima temporada, y que podría generar un cisma en la competición.
En la conferencia de prensa del viernes, en la que algunos de los responsables de las escuderías atienden a los informadores, Briatore ha amenazado en activar "el plan B", mientras que Domenicali ha advertido que nadie "quiere una guerra contra nadie".
"Lo que pedimos es que se respeten los principios que sostienen el actual reglamento. Ahora, más que nunca, el hecho de que los equipos que participamos en el mundial estemos unidos, demuestra que lo que pedimos es lógico. Solicitamos estabilidad, y una manera de gobernar precisa, como siempre ha sido la F1", señaló.
El pulso entre la FIA y las escuderías, integradas en la FOTA, se adivina como un conflicto mayor si las partes no llegan a un acuerdo inminente, pues el día 12 de junio está previsto que el máximo organismo ofrezca la lista de equipos que participarán el año que viene en el mundial de la F1, en la que están inscritos la mayoría de escuderías, aunque con salvedades y condiciones.
"Con esta posición, lo que hacemos es asegurar la presencia de los equipos como mínimo hasta el 2012. Creo que ofrecer más que esto es difícil", apuntó el responsable de Ferrari, quien, igual que sus colegas de otras escuderías, rechaza de pleno la limitación de presupuestos que pretende imponer la FIA a partir del año que viene.
"Estamos preparados para cualquier situación, sea la que sea, y esto lo veremos en el momento preciso. El hecho de que todos estemos unidos es un punto de fuerza. Queremos encontrar una solución, pero no nos moveremos de los principios que son fundamentales para la F1 porque hemos trabajado mucho para llegar aquí y no lo queremos perder", añadió contundente Domenicali.
"Tenemos responsabilidades, no sólo ante nuestros aficionados, sino también ante toda la gente que trabaja con nosotros", concluyó el italiano.
Más irónico se mostró al principio Flavio Briatore, quien se descolgó ante los informadores con la siguiente sentencia: "Sinceramente, aún no entiende por qué existe toda esta polémica. Siempre hemos confiado en que estaremos".
"Siempre hemos confirmado que recortaríamos los costes de la F1 para que sea más eficiente. Lo que no queremos es un límite porque para nuestros intereses, existen repercusiones comerciales. Además, cuando alguien tiene la responsabilidad sobre 400 o 500 personas, no nos podemos permitir el lujo de desfallecer en este asunto", continuó.
Briatore defiende por encima de cualquier apuesta de la FIA por incorporar a nuevos equipos, que se mantengan los que existen de toda la vida "como Reanult, Ferreri, BWM, etc., y, además, con sus pilotos. Porque, no olvidemos, que los pilotos son una parte importante de la F1".
"Estoy convencido de que es preciso que luchemos unidos como FOTA para proteger el futuro de la F1. Si esto no es posible, deberemos activar un plan B diferente al plan A. Y quizá no veremos esta F1 por televisión el año que viene tal y como es ahora", amenazó.