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A vueltas con los gritos

  • La ITF se plantea incluir el nivel de los gritos en los códigos de conducta
  • Larcher de Brito recibió un 'warning' en Roland Garros

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La tenista rusa Maria Sharapova, en pleno grito durante el pasado torneo de Queen's
La tenista rusa Maria Sharapova, en pleno grito durante el pasado torneo de Queen's

La joven promesa del tenis Michelle Larcher de Brito, de Portugal, ha vuelto a abrir el debate sobre los gritos en el tenis. Durante su último partido en Roland Garros, contra la francesa Rezai, tuvo que ver como el árbitro la amonestaba con un 'warning'.

El exceso de decibelios en los gritos de las -y los- tenistas no está incluido aún en el reglamento, pero la ITF se plantea empezar a regularlo en su código de conducta.

A la vuelta de la esquina se encuentra el torneo más prestigioso y, al mismo tiempo, uno de los más escrupulosos con la ética de los jugadores, que deben ir todos de riguroso color blanco, eso para empezar.

Precisamente en el All England Tennis Club se recuerda la final ganada por la serbia nacionalizada estadounidense Monica Seles en 1992 contra la alemana Steffi Graff.

Seles tiene su mayor registro en 93 decibelios, pero otra campeona de Wimbledon, la rusa Maria Sharapova, ha conseguido sobrepasar la barrera de los 100 decibelios -concretamente 101-.

Por detrás se encuentran las hermanas Williams: Serena (88,9) y Venus (85) con su compatriota Lindsay Davenport entre medias.

Pero el problema de los gritos y las quejas de rivales y público no es exclusivo de las mujeres. En 1988 el checo Ivan Lendl protestó por los gritos de Andre Agassi durante su partido en el US Open.

El estadounidense, casualmente, es de la misma escuela que Seles, Sharapova y Larcher de Brito: la factoría de Nick Bolletieri en Florida. Éste se defiende argumentando que en su escuela no se enseña a gritar, sino que se trabaja con la correcta respiración.

El debate no es nuevo. Hace ya un año toda una leyenda como Boris Becker hizo público su malestar hacia los gritos "sexuales" de las tenistas y pidió que se prohibieran los "gemidos", citando a Sharapova o Serena Williams.