Ferrero o Nadal, el dilema de Costa contra Israel
- Ferrero estaba ausente de la formación nacional desde septiembre del 2005
- Las semifinales contra Israel tendrán lugar en septiembre, justo después del Open de EE.UU
- Suenan las ciudades de Córdoba, Tenerife, Gijón e incluso el coso de Puerto Banús
La victoria en los cuartos de final de la Copa Davis ante Alemania ha demostrado aún más la calidad del conjunto español. Los pupilos de Albert Costa han solventado una eliminatoria sin el concurso del número dos de la ATP, Rafael Nadal, que ha probado el carácter de equipo con la decisiva incorporación de Juan Carlos Ferrero.
Ausente de la formación nacional desde septiembre del 2005 contra Italia, en Torre del Greco, por la permanencia en el Grupo Mundial. Ferrero, después de su gran actuación en Wimbledon, ha sabido ganarse en los entrenamientos su inclusión en el equipo nacional y convencer al capitán, Albert Costa, de que su concurso era necesario.
En los anales del tenis ha quedado escrito que en Puerto Banús el de Onteniente (Valencia) fue el encargado de cerrar la eliminatoria y ganar el último encuentro contra Andreas Beck. Es decir, ha salvado el duelo, aunque él mismo quiso restarse protagonismo. "Hay que dejarse de heroismos y el equipo que pasa es España, no Ferrero por haber ganado", comentó Ferrero.
Evidentemente, lo ha sido con Fernando Verdasco ganando un individual el primer día, luego Feliciano López y Verdasco haciéndose con el partido de dobles, y, por último, Ferrero cerrando la eliminatoria al vencer a Andreas Beck en el último punto, y guiñando un ojo a Costa para que le llame de nuevo, próximamente.
Pero con Ferrero de nuevo en el grupo español, Costa tendrá un problema a la hora de confeccionar el equipo contra Israel del 18 al 20 de septiembre. Un problema, todo sea dicho de paso, que otros capitanes quisieran tener.
Esas semifinales contra Israel tendrán lugar justo después del Open de EE.UU., el último Grand Slam de la temporada, que servirá para dejar claro el estado de Nadal y de los demás españoles que compitan en Nueva York.
Nadal dijo durante el Open de Australia que una de sus prioridades este año era ganar la Copa Davis. Quería decir el de Manacor (Mallorca) que para ello desearía jugar el máximo de eliminatorias posibles, y desde luego, disputar la final. No conformarse con recoger la réplica de la Ensaladera por haber figurado en el equipo alguna vez durante la temporada.
Ferrero está dispuesto, y Nadal intentando recuperarse cuanto antes. La disyuntiva que se le planteará al capitán, si Nadal recupera su estado de forma, es decidirse por incluir al mejor tenista español de la historia o mantener al equipo que ha llegado hasta semifinales, concediéndoles así un premio merecido. A priori, la eliminatoria contra Israel en casa no parece demasiado complicada pero esta situación cobrará mayor relevancia en el caso de que el equipo español se clasifique para jugar la final.
Ese será el dilema para una eliminatoria, que ya tiene novias, pues durante el duelo en la plaza de toros Andalucía la Nueva Armada, los directivos de la Federación Española ya mantuvieron los primeros contactos para tantear cuánto cuesta y dónde puede darse el duelo contra Israel.
Varias novias para acoger las semifinales
Suenan las ciudades de Córdoba, Tenerife, Gijón e, incluso, de nuevo las propias instalaciones del coso de Puerto Banús, donde no haría falta desmontar toda la infraestructura de este fin de semana. En cuanto al canon, en la eliminatoria de semifinales contra Estados Unidos en Madrid el pasado año, éste fue de un millón de euros, cifra que se aumentó con 300.000 para los jugadores y otros 300.000 para la promoción del tenis. En Marbella ha sido de 800.000 euros. Lo normal es que se siga contando con los jugadores y que estos, al recibir las propuestas de la Federación Española elijan la sede.
En esas semifinales el equipo español tiene la oportunidad de ampliar aún más su historial ganador. En Puerto Banús, España logró la sexta victoria consecutiva desde que se inició el Grupo Mundial en 1981, y la 16 seguida en casa.
Antes de la creación del Grupo Mundial, España había logrado siete victorias seguidas hasta que alcanzó por primera vez la final, en 1965 contra Australia.
En casa, el equipo español mantiene ya una racha victoriosa de 16 eliminatorias, igualando el récord de Rusia, eliminada por Israel este fin de semana, con lo que el conjunto de Albert Costa, puede incluso superarlo.
Lejos queda ya la última derrota de España, siendo anfitriona. Fue en 1999 contra el Brasil de Gustavo Kuerten en Lérida, la última también en tierra. España ha ganado 18 confrontaciones seguidas en polvo de ladrillo desde aquella derrota y todo indica que puede ampliar aún más este largo recorrido.