El pelotón boicotea al Tour en protesta por la prohibición de los pinganillos
- Los equipos se conjuran para no dejar ganar a ningún francés en el día de su fiesta nacional
- El Tour había establecido que ni este martes ni el viernes se usara este artilugio
- Los corredores que lo utilicen se arriesgan a ser expulsados de la ronda francesa
- El jefe de Astana, Johan Bruyneel, portavoz de los equipos contrarios a la medida
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La guerra abierta entre el espectáculo y la seguridad se ha abierto en el Tour, y los equipos no han quedado indiferentes. Ante la prohibición de la organización del Tour de recurrir en dos etapas a la comunicación inalámbrica, los célebres 'pinganillos', con los que los directores de los equipos cicilistas dan instrucciones a los corredores, y la amenaza de expulsión de la carrera si no se obedecía, el pelotón ha decidido contraatacar [Especial Tour de Francia].
Y los 14 equipos opuestos a esta medida, liderados por el Astana y su director, Johan Bruyneel, han decidido que, en este 14 de julio, día de la fiesta nacional francesa, no permitirán que ningún corredor francés gane la etapa, lo que parecía previsible en una fecha tan especial para el país organizador del Tour, ha informado desde Francia el comentarista del Tour para TVE, Carlos de Andrés.
Los 20 equipos participantes en el Tour de Francia tomaron esta mañana la salida de la décima etapa Limoges sin auriculares de conexión con el coche del director deportivo, y aunque en la escapada que se ha forjado en los primeros kilómetros hay tres corredores franceses, el pelotón ha decidido que correrá a un ritmo flojo, nada exigente, y que sobre todo no permitirá la victoria de un ganador local. Es decir, justo lo contrario a la promoción del espectáculo que se pretendía.
Prohibición para fomentar el espectáculo
Esta semana se disputarán las dos etapas del Tour en la que no estará permitido el uso de ese avance tecnológico conocido como el pinganillo, el invento que permite a los corredores estar en permanente contacto con sus directores.
Las dos etapas en cuestión son la de este martes entre Limoges y Issoudun de 194,5 Km y la del próximo viernes entre Vittel y Colmar de 200 Km, en la que se coronarán cinco puertos de montaña (etapa en directo, en Teledeporte y RTVE.es, 14:00h).
El conflicto entre la organización y los equipos está lejos de tener una fácil solución, incluso los corredores que se arriesguen a utilizarlo corren el riesgo de ser expulsados de la ronda gala.
La dirección del Tour quería quitar los auriculares para hacer la carrera más espontánea, menos previsible y más interesante, menos limitada por las estrategias de los equipos.
Sin embargo, muchos directores deportivos han manifestado su oposición, especialmente con la presentación de razones de seguridad aludiendo que los corredores correrán un serio peligro al correr incomunicados y no conocer las dificultades del recorrido -arena, lluvia.
Las reuniones entre los responsables de los equipos se sucedieron durante la tarde del lunes en Limoges. De una primera reunión a la asistieron representantes de siete equipos (Astana, Katusha, Silence-Loto, Quick Step, Rabobank, Columbia y Garmin) nació una propuesta que fue votada y aprobada por el resto de equipos: proponer a la UCI que sólo dos corredores por equipo usen los auriculares para comunicarse por radio con los coches de equipo.
Los equipos, en contra
La mayoría de los equipos, catorce de los veinte, presentó una petición a iniciativa de Johan Bruyneel, director de Astana, para negarse a prescindir de los oreillettes (como así son denominados en Francia). Sólo seis equipos, Skil-Shimano y Garmin (invitados por el Tour en esta edición) y Agritubel, Bouygues Telecom, Française des Jeux y Cofidis no firmaron la petición.
Marc Madiot, el director del equipo La Française des Jeux (máximo detractor de este artilugio) hace ya meses que viene haciendo una campaña en contra de su uso. La consecuencia de esta presión es que la UCI ha permitido al Tour que lo prohíba, de forma experimental, en dos etapas de esta edición.
La decisión del comité director de la UCI parece inamovible, así como la posición del Tour. "Nosotros aplicaremos el reglamento de la UCI y las sanciones establecidas por el jurado técnico", dijo Jean François Pescheux, director de la carrera. Éstas van desde la mínima económica de 66 euros a la máxima de 6.600 euros, e incluso la exclusión de carrera. Si no hay acuerdo de última hora, y por mucho que los equipos acordaran llevar dos auriculares por escuadra, nadie se arriesgará a perder, como medida extrema, a dos ciclistas para lo que resta de Tour de Francia.
La principal razón por la que se aboga por la retirada del pinganillo es por el bien del espectáculo. Los responsables de la televisión, quienes pagan la millonada para que año sea posible que se desarrollen las grandes vueltas, afirman que el uso del pinganillo va en contra del espectáculo. Para ellos, y para muchos aficionados, las órdenes de equipo en directo resta emoción a las etapas y convierte a los ciclistas en autómatas.