Cuatro muescas en el revólver del pistolero
- Es el primer español tras Indurain que gana por dos veces el Tour de Francia
- En 2008 se convirtió en ganador del triplete de grandes: Giro, Vuelta y Tour
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A sus 26 años y medio, Alberto Contador está llamado a hacer historia en el ciclismo. Acaba de proclamarse el rey del Tour de Francia, ganando con autoridad y demostrando que no tiene rival. El madrileño, que desde 2008 ya tenía en su poder las tres grandes (Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta Ciclista a España), algo al alcance de muy pocos, sigue su progresión.
Y es que se trata del quinto corredor de la historia, el primero español, que conquista la triple corona, una hazaña que sólo han logrado los franceses Jacques Anquetil y Bernard Hinault, el italiano Felice Gimondi y el belga Eddy Merckx.
El corredor de Pinto no para de acumular records. En 2007 se convertía en el ciclista más joven en ganar el Tour de Francia. El madrileño, que corría en el Discovery Channel, conseguía un triunfo ajustado, con 23 segundos de ventaja sobre el segundo calsificado, Cadel Evans, y 31 sobre Levi Leipheimer.
Era el continuador de la gran escuadra que había abandonado dos años antes el heptacampeón del Tour, el estadounidense Lance Armstrong, una máquina casi perfecta diseñada para triunfar en la carrera por etapas más importante del mundo.
Con la camiseta del equipo que dirigía el belga Johan Bruyneel gana la París-Niza, con exhibiciones de "crack" del ciclismo se presenta en el Tour como gregario del americano Leipheimer. Nadie contaba con él, pero la carretera le puso de primer espada, y se llevó el triunfo. Primera muesca en el revólver.
Su fichaje por el Astana, marca refundada del extinto equipo estadounidense, le garantizaba cobertura para seguir avanzando, pero a la postre el cambio le impidió defender el título de ganador del Tour, ya que la organización de la carrera vetó al equipo kazajo para la edicion de 2008 por el positivo de Alexandre Vinokourov.
A falta de Tour, Giro y Vuelta
En el 'exilio' obligado, Contador aprovechó para participar en el Giro de Italia, para el que su equipo le convocó a última hora y le sacó de sus vacaciones. Casi sin tiempo de prepararse, encaró su presencia en el Giro sin tensión, y, como quien no quiere la cosa, se enfundó la 'maglia' rosa en la decimoquinta etapa, en la Marmolada y terminó llevándosela al final de la carrera. Aquí tampoco se le esperaba, y aquí también triunfó. Segunda muesca, y nacía para los aficionados el ansiado sucesor de 'Miguelón'.
Volvió de Milán como el segundo corredor español en ganar el Giro de Italia, después de que Miguel Indurain lo hiciese en los años 1992 y 1993. El de Pinto ganó la carrera italiana en 2008, sacando casi dos minutos al segundo, Riccardo Riccò, que no se podía creer que un convidado de última hora le quitara todo el protagonismo -luego el italiano se apartó a sí mismo de la función con su positivo por EPO en el Tour de 2008-.
El español completó su triple corona con la victoria en la Vuelta a España 2008, otra vez con un triunfo ajustado, con 46 segundos de ventaja sobre su compañero de equipo Levi Leipheimer, poco más que el tiempo que arañó en las bonificaciones por las etapas que ganó. De no haber sido gregario, el estadounidense habría sido un duro rival por el triunfo final, pero ganó de nuevo el mejor. Tercera marca, y Contador entra en la historia.
Con el mismo impulso, a punto estuvo de llevarse Contador una medalla en los Juegos Olímpicos, en la prueba contrarreloj, que finalmente perdió por ocho segundos con su compañero en el Astana.
Segundo Tour, el del Astana más cainita
Este año, Astana y Contador volvían a la ronda gala. En principio, con todo a favor. De nuevo, Johan Bruyneel ponía al servicio del líder una gran plantilla, pero el problema es que el equipo no dejó claro quién era ese líder. Primero, la ambigüedad de una bicefalia entre Armstrong y Contador, y después poco disimuladas apuestas en carrera por el liderazgo del estadounidense han enrarecido de manera singular y sin precedente el clima en un equipo que aspiraba incluso al triplete en el podio de París, algo que no se había dado nunca.
La historia y la capacidad mercantil del americano frente al futuro y el talento del español. Dos ejemplos de fuerza, profesionalidad y superación -si el americano superó un cáncer de testículos con metástasis cerebral, Contador estuvo a punto de morir por un cavernoma-. Al final, demasiado iguales para ser compatibles, los dos no podían cabalgar juntos.
Contra viento y marea, contra propios y extraños, Contador demostró en los momentos clave y desde el primer día quién era el hombre a seguir. Ni la carrera ni la estrategias estaban diseñadas para él, pero se ha vuelto a llevar el triunfo, esta vez de manera holgada en la general, con dos victorias de etapa, demostrando su poderío en todas las etaspas de montaña y reivindicándose en la contrarreloj como uno de los mejores. Aunque aún quedan lejos los cinco Tours de Miguel Induráin, hay argumentos para la comparación con el ciclista navarro.
El ciclista de Pinto domina las disciplinas principales para ganar carreras de tres semanas. Es el mejor escalador del momento, pero también da la talla en la contrarreloj, como demostró en la etapa de Annecy, imponiéndose a todo un especialista como Cancellara. Además, es el actual campeón de España en esta modalidad.
Alberto Contador ya se ha hecho un hueco entre los grandes del ciclismo, pero quiere seguir sumando. La historia volverá a empezar en 2010, con los 'compañeros' Armstrong y Contador convertidos abiertamente en rivales, con toda seguridad en equipos distintos. Pero la pistola seguirá echando humo. Tenemos Contador para rato.