La FINA ratifica su prohibición

• El Bureau, máximo organismo, ratifica la decisión aprobada en el Congreso
• Habrá que volver al bañador textil y no se permitirá el poliuretano
• Pese a ello, la FINA ha permitido este tipo de prendas en el Mundial de Roma
• En tres días de competición se han batido 15 plusmarcas mundiales
• Muchos nadadores ya habían criticado estos "bañadores" tecnológicos
• <<Sigue todo el Mundial de Natación de Roma en nuestro especial>>

Tras haber aprobado el uso de los bañadores de poliuretano, que mejoran la flotabilidad y disminuyen la fricción del nadador con el agua, la Federación Internacional de Natación (FINA) parece ahora decidida a volver al bañador de tela y prohibir cualquier adelanto tecnológico que permita ir más deprisa a los nadadores.

Después de que el Congreso de la FINA, organismo integrado por 103 países, reunido en Roma el pasado viernes, decidiera modificar la normativa vigente para prohibir el uso de bañadores que ayudaran a aumentar la velocidad o la flotabilidad. El Bureau, organismo rector de la fina formado por 22 personas, ha ratificado este martes en rueda de prensa la decisión de volver a usar el bañador clásico, de tela.

"El material únicamente podrá ser textil. En el caso de los hombres, no podrá llegar por encima del ombligo o por debajo de la rodilla. En el de las mujeres, no podrá ir por encima del cuello, más allá de los hombros o por debajo de la rodilla", aseguró en rueda de prensa el director ejecutivo de la FINA, Cornel Marculescu.

Los bañadores prohibidos se usan en el Mundial de Roma

Este anuncio llega en medio de los Mundiales de Natación de Roma, donde los deportistas sí pueden utilizar los polémicos bañadores de poliuretano y los récords del mundo están cayendo a un ritmo alto. La FINA pondrá final a los bañadores de nueva generación y definirá los parámetros que deberán cumplir a partir del próximo año.

"Cambiaremos a los textiles y cambiaremos la forma lo antes posible", afirmó Marculescu. Para ello, la FINA nombrará un comité científico que se encargará de definir la reglamentación que regule la construcción de los nuevos bañadores. Una normativa que también afectará al espesor de las prendas.

Aunque en un principio, el máximo organismo de la natación aseguró que los récords conseguidos con estos trajes permanecerían bajo la nueva reglamentación, Marculescu admitió que la decisión podría dar un giro si se demuestra que son imbatibles. "Si en el futuro no se pueden conseguir más récords, veremos", dijo.