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Emocionado adiós de Míchel Salgado

  • El lateral se acordó especialmente de Raúl, Guti, Casillas y Roberto Carlos
  • No despejó las dudas sobre su futuro, pero ve difícil seguir en la Liga española
  • Salgado: "Espero que sea un hasta luego"

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Salgado se despide entre lágrimas

Última rueda de prensa de Míchel Salgado en el Real Madrid. Diez años después de su llegada al club blanco, a punto de cumplir los 34, el lateral gallego ha dicho adiós sin rencor y con agradecimiento "al club, a mis compañeros, a mi familia y a la afición; espero que sea un hasta luego".

Emocionado desde el primer momento, en que se emitió un vídeo homenaje con sus mejores imágenes en el equipo -con O mio bambino caro de música de fondo-, el lateral gallego anunció que se despedirá de la afición en el trofeo Santiago Bernabéu, aunque no como jugador.

Rodeado de amigos en la sala de prensa, con Jorge Valdano a su derecha y los títulos logrados en diez años a su espalda -entre ellos dos Champions y cuatro Ligas-, Salgado admitió tener "sentimientos cruzados" en su despedida, "porque una despedida siempre es triste, pero quiero dar gracias al club por poder alargar mi vida deportiva, aunque será raro vestir otra camiseta", anunció sobre su futuro.

Uno de los momentos más emotivos llegó cuando agradeció especialmente el cariño de sus compañeros de vestuario "en especial aquellos que me han acompañado en estos diez años: Raúl, Guti, Casillas y no me quiero olvidar de Roberto Carlos".

El vigués reconoció que era "un privilegio haber compartido vestuario con los mejores del mundo". El orgullo de haber vestido la camiseta del Madrid es uno de los recuerdos más especiales que se lleva Salgado a su nuevo destino, aún por desvelar.

No obstante, en el turno de preguntas admitió que sería duro "venir al Santiago Bernabéu con otra camiseta", por lo que "esa es una de las cosas que habrá que pensar bien", a la hora de decidir su nuevo destino.

"El Madrid va a ser especial toda mi vida. Siempre será grande por los aficionados, tan exigentes pero a la vez tan grandes", reconoció el aún madridista. Por ello entendió la decisión del club: "En caliente te puede doler, pero en frío te das cuenta de que es inútil alargar la situación con cuatro laterales derechos. Para mí es un orgullo despedirme de esta manera".

"Me fastidia no seguir en este equipo, se han hecho grandes fichajes y pinta muy bien; comienza un nuevo ciclo de títulos", reconoció en el turno de preguntas. Pero Míchel se lleva un recuerdo muy especial: el pase que le dio a Fernando Morientes en la final de la 'Octava': "Ahí me sentí de verdad campeón de Europa".

Otro de los momentos de especial emoción llegó cuando agradeció el apoyo de su familia "sobre todo en los últimos años cuando se ha hecho más difícil jugar", y no pudo contener las lágrimas cuando se acordó de sus padres, ya fallecidos.

Valdano: "Se va un grande"

Las palabras de Salgado estuvieron prologadas por las del director general del Madrid, Jorge Valdano, quien aseguró que estaba en la rueda "para despedir a un grande". "Uno de los testimonios del paso de Míchel por el Madrid está a nuestras espaldas", dijo señalando a los trofeos del fondo.

Valdano no dudo en calificar a Salgado como "una gran persona, un gran profesional, uno de esos jugadores que deja una gran huella en el club. El Madrid quería decirle gracias porque su comportamiento ha sido impecable desde el primer al último día".