Wenger rechazó al Madrid por sus "creencias"
- Asegura que marcharse del Arsenal habría supuesto traicionar su filosofía
- Prefiere "crear una cultura de club" a triunfar a golpe de talonario
El entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, rechazó fichar por el Real Madrid porque hubiera "traicionado sus creencias" y no dudó sobre su deseo de seguir en Londres pese a saber el gran equipo que preparaba el club de Chamartín.
"Sabía lo que querían hacer, pero no quise dejar el Arsenal", dice el técnico francés en una entrevista con el diario The Times en la que expresa su deseo de hacer su trabajo "hasta el final".
"Yo construí este equipo (el Arsenal) y quiero conseguir resultados con este equipo. Creo que si me hubiera marchado hubiera traicionado de alguna manera mis creencias", afirma Wenger.
"No tiene nada que ver con lo que ha hecho el Real Madrid. Es sólo que no podía imaginar dejar este equipo en esta etapa de su desarrollo", añade el entrenador, que no obstante muestra su disconformidad con los multimillonarios gastos de algunos clubes.
Wenger dice que los equipos no deberían endeudarse más allá de su pura capacidad de generar ingresos, porque lo contrario, depender del dinero de los propietarios, es "dopaje financiero".
"Nosotros vivimos con el dinero que producimos. Algunos clubes tienen ingresos artificiales de sus propietarios (...). Nosotros pagamos a nuestros jugadores considerando nuestro potencial real y el tamaño del club", señala el responsable técnico de los "gunners".
Frente a lo que hacen equipos como el Real Madrid en la Liga española, o el Chelsea y el Manchester City en la 'Premier', Wenger explica que el arma que le queda al Arsenal es "crear un estilo de juego, una cultura del club" para tener un equipo grande.
"Cuando un chico llega hasta arriba a los 16 o 17 años, tiene un alma, un amor por el club, porque ha sido educado aquí. Esto nos da una fortaleza que otros clubes no tienen", indica.
En el banquillo del club londinense desde 1996, Wegner sale también al paso de quienes le critican por empeñarse en un estilo ofensivo de juego que no le ha dado casi títulos al equipo.
"¿Cuál es el equipo de más éxito del mundo? Brasil. ¿Y qué es lo que hacen? Buen fútbol. ¿Quién lo ganó todo el año pasado? El Barcelona. ¿Y qué es lo que hacen? Un fútbol precioso", dice.
"Yo no estoy en contra de ser pragmático, porque ser pragmático es dar un buen pase, no un mal pase. Es así de simple", concluye.