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Un gol de Escudé a balón parado da el trofeo Carranza al Sevilla

  • El conjunto hispalense levanta su sexto trofeo

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El jugador brasileño del Sevilla Adriano conduce el balón ante el jugador mexicano del Deportivo de la Coruña, Guardado
El jugador brasileño del Sevilla Adriano conduce el balón ante el jugador mexicano del Deportivo de la Coruña, Guardado

El Sevilla le ganó por la mínima al Deportivo, con un gol del francés Escudé en el minuto 81, la final de la LV edición del Trofeo Carranza, lo que permite a los sevillistas revalidar el título logrado el pasado verano en el torneo gaditano.

Los contendientes parecieron salir al campo relajados, lo que deparó unos primeros minutos con llegadas a las áreas, ya que los centrocampistas de contención se limitaban a seguir a sus pares con la mirada; o será que el trabajo de pretemporada empezaba a pasar factura.

El caso es que Riki gozó de dos ocasiones en los primeros diez minutos, sendos disparos desde la frontal del área que Javi Varas, el portero sevillista, paró con seguridad.

En el Sevilla, el mejor era el brasileño Adriano, que en este torneo ha demostrado toda su versatilidad: encarriló el triunfo sobre el Valencia con un gol desde la posición de interior diestro y llevó el peso ofensivo de los suyos en estos primeros 45 minutos como lateral izquierdo.

Una incursión suya propició la ocasión más clara hasta el descanso. Su disparo a quemarropa lo repelió Aranzubia y el rechace le cayó franco a Alfaro, cuyo remate flojo salvó Juca sobre la línea de gol.

En la segunda mitad, el ritmo decreció en parte a causa del carrusel de cambios en el que se embarcaron ambos entrenadores, si bien la entrada en el campo de Valerón le confirió al Deportivo una mayor posesión de pelota, y en su primer balón, dejó su sello con un precioso pase raso a Mista que quiso convertir en gol con un disparo sutil que se marchó fuera por poco.

Otra conexión del canario con el murciano burló a la defensa sevillista en el minuto 72 con un envío en globo que controló Mista, aunque después de driblar al portero falló a puerta vacía. El Sevilla replicó enseguida con una galopada de Capel que estrelló su remate en Aranzubia.

El cambio decisivo, no obstante, fue el de Duda, un zurdo con un toque de balón exquisito, como demostró en los dos lanzamientos francos que ejecutó nada más salir: una falta lateral que remató Kanouté para que se luciese Aranzubia y el córner subsiguiente, que le puso en la cabeza de Escudé para que el francés adelantase a los suyos.

Poco después, el portugués estuvo a punto de marcar el segundo de la noche gracias a un libre directo con bote que se le complicó al portero gallego, lo que permitió a su equipo llegar vivo a la última jugada, en la que Lopo, de cabeza, estuvo a punto de forzar la tanda de penaltis.