El City confirma el fichaje de Sylvinho
- El ex azulgrana llega al equipo inglés para reforzar la zaga
- El brasileño tiene una gran experiencia y se caracteriza por su profesionalidad
El Manchester City ha confirmado el fichaje del ex jugador del FC Barcelona Sylvinho por una temporada después de que el brasileño finalizara su contrato con el club azulgrana, tras cinco años en los que conquistó, entre otros, dos títulos de la Liga de Campeones.
El brasileño vuelve a la 'Premier League', donde ya militó en el Arsenal -en el que estuvo dos años y jugó 55 partidos-. El lateral lucirá el número 16 en la espalda y llega al City para completar la banda izquierda, que ocupa habitualmente el inglés Wayne Bridge.
El técnico del equipo 'citizen', Mark Hughes, destacó la "gran experiencia" del futbolista a alto nivel, después de jugar en Brasil y en algunos de los "mejores clubes" de Europa.
"Cuando se nos presentó la posibilidad de traerlo al Manchester City libre me di cuenta que era un excelente negocio para nosotros. Sylvinho ganó la 'Champions' la pasada temporada con el Barcelona y reforzará nuestra opciones defensivas", explicó.
El defensa debutó en 1994 con el Corinthians, en Brasil, donde ganó una Liga. Cinco años más tarde dio el salto a Europa gracias al Arsenal de Arsne Wenger. Durante dos años defendió la camiseta 'gunner' hasta que en 2001 el Celta se lo trajo a España.
Después del descenso del equipo gallego a la Segunda División, en 2004, el Barcelona apostó por él para cubrir el lateral izquierdo. Durante cinco temporadas jugó en el club azulgrana, donde ganó tres Ligas, dos 'Champions', una Copa del Rey y una Supercopa de España.
Sylvinho se despidió del equipo culé después de ganar el triplete y de ser uno de los protagonistas en la final de Roma. Aunque nunca fue fijo en las alineaciones, tanto de Rijkaard como de Guardiola, el brasileño rindió siempre a un gran nivel y nunca tuvo una mala palabra para sus entrenadores o compañeros.
Si por algo destacó fue por el gran ambiente que creaba en el vestuario y por la estima que le tenían todos los miembros de la plantilla, los que siempre lo destacaron como un ejemplo de conducta y profesionalidad.
Con 35 años, el defensa afronta uno de los últimos retos de su carrera en un equipo en formación pero con grandes aspiraciones y, sobre todo, con un potencial económico que puede convertirlo en poco tiempo en una de las referencias de Inglaterra.