Torres aún no conoce "la noche de Liverpool"
- El delantero del Liverpool habla de su vida en el libro 'Torres. El Niño. My Story'
- "Me aterrorizaba la idea de tener que mantener una conversación telefónica en inglés"
El internacional español Fernando Torres, jugador del Liverpool, revela los secretos de su día a día durante sus dos años en Inglaterra en el libro 'Torres. El Niño. My Story', que publica esta semana por capítulos el tabloide británico 'Daily Mirror'. En él, se define como un chico "muy casero" y asegura que aún no ha experimentado "la noche de Liverpool".
El atacante, que fichó por el club inglés en 2007 y firmó nada menos que 33 goles en su primera campaña con esta camiseta, confiesa que uno de los "mayores problemas" a los que tuvo que enfrentarse nada más llegar a Merseyside fue "el idioma" y cuenta anécdotas divertidas al respecto.
"Mi inglés se limitaba a las clases que me habían dado en el colegio de Fuenlabrada. Te crees que sabes un poquito para poder defenderte pero en cuanto llegas a Inglaterra te das cuenta muy pronto de que no tienes ni idea", admite Torres.
El español dice que durante sus primeras semanas resultaron "vitales" en su vida dos personas: Rob y Alan, los profesores de inglés que le asignó el Liverpool para que aprendiera la lengua.
El jugador indica que se sometió a una rutina en la que incluyó ver películas subtituladas y comenta que una noche incluso se atrevió a "encargar comida por teléfono". "Me aterrorizaba la idea de tener que mantener una conversación telefónica", reconoce ahora.
En cuanto a su vida privada, Torres se define como un chico "muy casero" y asegura que es allí, en su domicilio, donde se encuentra "más cómodo y más relajado".
"Uno de mis momentos favoritos del día, cuando los partidos lo permiten, es la hora de llegar a casa por las tardes y estar con mi mujer, Olalla, y con mis dos perros", explica el delantero, al que también le gusta disfrutar de su tiempo libre "con juegos de mesa con amigos y familia".
Torres asegura que tanto él como sus más cercanos se han "adaptado perfectamente" a la vida de Liverpool, aunque en lo relativo a las comidas continúan optando por "un horario español".
En el libro cuenta también que le llama la atención "lo poco abrigada que va la gente pese a las temperaturas congeladas" y señala que ha descubierto un nuevo hobby montando muebles para su casa.