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Serbia, para redondear el círculo perfecto

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España y Serbia jugarán este domingo a las 21.15 horas la final del campeonato de Europa de baloncesto, en el Spodek Arena de Katowice. Una gran final para cerrar un círculo casi perfecto ya que en la primera jornada del campeonato ambas selecciones se enfrentaron con victoria serbia por 66-57. Allí comenzaron de verdad los problemas para el equipo español en este Europeo que ahora se presenta favorable.

La selección de la antigua Yugoslavia necesitó una prórroga para vencer a Eslovenia por 96-92 en un duelo en el que ésta estuvo por delante durante la primera mitad.

Aunque Serbia se adelantó en el marcador, fue Eslovenia quien dominó toda la primera parte, con ventajas de hasta diez puntos, ante un rival que no lograba tomar la ventaja en el resultado en ningún  momento para ir al descanso con un cómodo 35-45 a favor de los eslovenos, que sufrieron la recuperación serbia del segundo tiempo.

Así, en el tercer cuarto, Serbia, liderada por su base, Milos Teodosic, que sumó 32 puntos, fue recortando distancias para hacerse con un parcial de 21-12 que le metía en el partido y dejaba todo pendiente para un último cuarto donde los serbios se pusieron por delante y forzaron la prórroga cuando Teodosic marcó un triple que puso el empate a 79.

En la prórroga, el buen trabajo realizado durante todo el choque por Domen Lorbek y Erazem Lorbek, que lograron 22 y 25 puntos para su equipo, respectivamente, máximos anotadores para Eslovenia, no impidió que los serbios decantaran finalmente el resultado en su favor.

Jóvenes y sobradamente preparados

 

Serbia es el equipo más joven del campeonato y tiene talento por arrobas. Ya lo dijo el entrenador de España, Sergio Scariolo, nada más perder este partido: "Serbia luchará por las medallas".

Ahora, el técnico italiano pide respeto para un equipo al que califica de "duro, con talento, organizdo y bien cubierto en todas las posiciones". "Serbia ya nos ha ganado en la primera fase, y eso nos ayudará a tenerles el respeto que se merecen".

Sin embargo, desde aquella derrota, a excepción hecha del tropiezo ante Turquía, la evolución del equipo español ha sido espectacular y ha pasado de la noche al día, tras recuperarse de todos los problemas físicos los jugadores.

Pau Gasol jugó ese partido con sólo tres entrenamientos en su haber y Rudy Fernández fue baja por lesión, por no contar otros jugadores como Navarro o Garbajosa que jugaron mermados físicamente.

Ahora, España es otra vez ese equipo aguerrido, luchador y brillante que ha sido capaz de estar en las grandes finales de los últimos años siendo campeón del Mundo en 2006, subcampeón europeo 2007 y subcampeón olímpico en 2008.

Serbia tampoco es la misma selección y ahora que España está en forma, la juventud de sus jugadores puede volverse en su contra. Tampoco es lo mismo un partido de primera fase que toda una final europea, que le puede venir grande por su falta de experiencia.