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Cadel Evans se lleva el oro en Mendrisio

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Evans, campeón del Mundo en Mendrisio

El corredor australiano Cadel Evans se proclamó campeón del Mundo de Ciclismo en ruta en la prueba en línea celebrada en la localidad suiza de Mendrisio. La prueba constaba de 262,2 kilómetros sobre un circuito compuesto por 19 vueltas de 13,8 kilómetros cada una.

Los principales favoritos para subir al podio llegaron en el grupo delantero en la última vuelta del circuito, en un apretado y emocionante final.

El suizo Fabian Cancellara, ganador de la prueba de contrarreloj, el belga Philippe Gilbert, el australiano Cadel Evans, el italiano Damiano Cunego, el ruso Kolobnev y los españoles Samuel Sánchez, Joaquim Rodríguez, Alejandro Valverde encabezaban un grupo de nueve corredores que pugnaba por el podio.

A menos de siete kilómetros Joaquim Rodríguez intentó saltar del grupo y Cadel Evans aprovechó el tirón del español para arrimarse a su rueda y posteriormente saltar en solitario.

El corredor de Parets del Vallés y el ruso Evgeny Kolobnev intentaron seguir la estela del australiano y se distanciaron del resto del grupo. Evans llegaría en solitario a la línea de meta consguiendo la medalla de oro y el maillot multicolor que lo acredita como nuevo campeón del Mundo.

Tras él, Kolobnev le ganó el sprint a Joaquin Rodríguez, 'Purito', que fue tercero.

Finalmente, fue el campeón olímpico en Pekín, Samuel Sánchez el que terminó en cuarta posición por delante del ídolo local y campeón del mundo en contrarreloj, Fabian Cancellara, que se derrumbó ante la oportunidad perdida en su tierra natal, mientras que Valverde se conformó con la novena plaza final.

La carrera comenzó pausada y con condiciones soleadas, muy propicias para la evasión de posibles caídas en el trazado helvético -muy accidentado y 'rompepiernas', que podría pasar factura en las últimas vueltas al acumularse el cansancio-, hasta que se produjeron los primeros intentos de fuga tras 10 kilómetros de recorrido.

Los fugados fueron reagrupándose en un grupo de diez ciclistas, de tantas nacionalidades, entre los que destacaban el 'pistard' alemán André Greipel -acreedor sus cuatro victorias de etapa en la Vuelta a España-, y que fue desmarcándose con el destacamento de favoritos, cuya cadencia de pedaleo era mucho más pausada, hasta los nueve minutos de ventaja máxima.

Por detrás, los combinados italiano y español tomaron la batuta del pelotón con las bazas de Michele Scarponi y Marzio Bruseghin, por los transalpinos, y de David Plaza y Juan José Cobo, por los nacionales, al estar ambos bloques interesados en el endurecimiento de la prueba y en el control de la misma.

La 'azzurra' dinamitó la carrera

Con 145 kilómetros sobre las piernas, el cuadro dirigido por Franco Ballerini puso la nota de color al romper la estructura de la masa principal el segunda fila Giovani Scarponi, llevándose consigo al vigente jersey arco iris, Alessandro Ballan, y otro peso pesado como el belga Tom Boonen, a un nuevo grupo perseguidor.

Las principales bazas españolas tardaron en responder a la iniciativa 'azurra', pero rápidamente respondió Joaquín Rodríguez -el más activo de los de José Luis de Santos-, y Carlos Barredo, que se integraron en un conjunto de ciclistas que fue absorbiendo al primer grupo y que llegó a liderar la prueba hasta las tres últimas vueltas al circuito.

Fue entonces cuando la selección española lideró a un pelotón apático de responsabilidades para evitar el descalabro y fue reduciendo la distancia con la cuadrilla de cabeza, en la que se sucedían los ataques y en la que el mismo 'Purito', campeón de España

de fondo en el 2007, bordó la labor de equipo para la reinserción de las primeras espadas nacionales.

Con la fuga controlada, fue Cancellara el que buscó desde lejos -a 20 kilómetros de la meta- dilapidar la prueba con un portentoso 'demarraje' que simplificó la agrupación de aspirantes, en la que en un primer momento se mantuvo el tricampeón del mundo Oscar Freire, pero que cedió terreno ante el empuje del helvético.

Con el paso de campana, y con la situación idónea para los intereses españoles, con 'Samu', Valverde y 'Purito' entre los últimos figurantes, fue Evans el que saltó de la vigilancia del conjunto de predilectos, que no atisbaron peligro alguno, pero que condenó el trabajo de la selección más activa durante el acto, España, que se marcha con escaso botín y con una buena oportunidad perdida.