Hatoyama, primer ministro japonés, liderará la candidatura de Tokio 2016
- Hatoyama viajará a Copenhague donde el COI decidirá qué ciudad alberga los Juegos
- El mandatario ha ofrecido todas las garantías de su gobierno a la candidatura
- Especial Madrid 2016
El primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, viajará con la delegación de Tokyo 2016 a Copenhague donde este viernes el Comité Olímpico Internacional (COI) decidirá qué ciudad alberga los Juegos de 2016.
El mandatario, que llegó al cargo a finales de agosto, anunció que dará su pleno apoyo a la candidatura olímpica de su país, además de haber ofrecido todas las garantías de su gobierno.
"El Primer Ministro Hatoyama tiene una nueva misión de Japón, lo que beneficiará al Movimiento Olímpico si Tokio es premiada con la organización de los Juegos. Con él se lleva a Copenhague el apoyo de más de 100 millones de aficionados apasionados de deportes de nuestro país y una garantía total para el COI, lo que sabemos que es extremadamente importante en estos difíciles tiempos", señaló al respecto, Ichiro Kono, presidente del proyecto nipón.
Éste recordó que con el mandato de Hatoyama, Japón está "peleando por el progreso y los caminos para afrontar los desafíos más grandes del siglo XXI, tales como reconectar la juventud con el deporte, detener el deterioro del planeta y mejorar la movilidad y la inclusión social".
Una candidatura con poco apoyo
La candidatura de Tokio, que se define a sí misma como la opción más ecológica y sólida y compite con Madrid, Río de Janeiro y Chicago por albergar los Juegos Olímpicos de 2016, ha tenido que hacer frente desde el principio a unos índices de apoyo popular bajos, en comparación con sus rivales.
Aunque Tokio 2016 alega que el respaldo ciudadano ha ido en aumento desde que en abril el comité de evaluación del COI visitó la capital, la campaña continúa a la cola en cuanto a apoyo popular se refiere, con un 55,5 por ciento, según los sondeos del Comité Olímpico Internacional.
Ni siquiera el nuevo primer ministro Hatoyama demostró una clara simpatía hacia la candidatura tokiota cuando era líder del principal partido de la oposición.